Las protestas llegaron al nuevo paradero de CFK
El duro presente de la provincia de Santa Cruz llevó a la ex presidenta Cristina Kirchner a mudarse de su casa en Río Gallegos hacia el Calafate. Pero sin suerte, la calma no la acompañó.
Anoche, un grupo de vecinos realizaron un cacerolazo frente a su residencia ubicada sobre la avenida Padre de Agostini, luego del violento fin de semana que vivió la residencia de su cuñada Alicia Kirchner, cuando varios manifestantes intentaron ingresar a la propiedad. La protesta se centraba en la deuda de sueldos.
Cacerolas, silbatos y aplausos se escucharon durante casi una hora en repudio a las deudas de sueldos que la provincia padece con su gente. Sin banderas ni identificación gremial, los vecinos se concentraron en la plaza que se encuentra frente a la residencia donde se encuentra la ex Mandataria.
El Gobierno anunció ayer que sólo ayudaría a la administración de los Kirchner, si «ordenaban sus cuentas mediante un plan serio». Consultada por una radio local, Alicia salió a defender su gestión y sostuvo que necesitan la reactivación de las represas hidroelétricas en su provincia para la recaudación de fondos que permitan la estabilización económica santacruceña. «Su plan serio es echar gente? No lo voy a hacer nunca», arremetió la funcionaria.
En un intenso y largo tironeo, la grieta aumenta su profundidad mientras la población santacruceña lucha por su salario.