El llamativo silencio de los intendentes randazzistas
Luego del cuarto lugar que consiguió el frente Cumplir en las PASO a nivel nacional y bonaerense, los ex aliados de Florencio Randazzo pasan al silencio absoluto. En estas dos semanas posteriores a las elecciones, ya hubo varias reuniones donde decidieron bajar el perfil y atrincherarse en sus municipios en medio de fuertes rumores sobre su posible acercamiento a Cristina Kirchner.
Apartando el caso del jefe comunal de Monte Hermoso, Marcos Fernández, donde el espacio justicialista ganó en el orden local, provincial y nacional, y Francisco Echarren, de Castelli, que obtuvo el mayor apoyo en las urnas de su distrito, el resto de los funcionarios ligados a Randazzo no hicieron un buen papel en los comicios del 13 de agosto.
El triste desempeño los obliga a mantener distancia y especular con el paso de los días, actitud que los desconecta de quien imaginó ser su líder. Según pudo averiguar este medio, algunos ya reconocieron que en octubre facilitarán el corte de boleta para no entrar en contradicción con sus propios votantes y hasta ratificaron su incorporación a Unidad Ciudadana.
El caso más particular se registró en Hurlingham. Durante la campaña pasada, el intendente de esa comuna, Juan Zabaleta, acompañó el lanzamiento del ex ministro pero fue uno de los primeros que luego se alejó. Más bien, ni participó de las reuniones convocadas por Randazzo y en el último tiempo se acercó a sectores K.
Foto: Juan Zabaleta, intendente de Hurlingham.
Quien saltó con los tapones de punta fue el jefe de campaña de Cumplir, Alberto Fernández, al denunciar que «existe una maniobra mediática desde La Cámpora» para debilitar al espacio y darle más poder a la ex presidenta.