¿Qué pasa con Massa?
Ocurrió en las elecciones en las que Macri fue elegido Presidente y le vuelve a pasar ahora a pocos meses de jugar una nueva ronda electoral, son varios los que saltan de su barco a hacer alianzas con otros.
En el último mes lo hizo Alberto Fernández al anunciar la «Corriente amplia por Buenos Aires», con la que busca un espacio dentro del peronismo porteño que apunta a la integración de varios sectores justicialistas. Duda Felipe Solá, quien a comienzos de abril confirmó que sería candidato a diputado nacional por el Frente Renovador y hoy es tentado por hombres cercanos a Florencio Randazzo con el que mantiene una buena relación por los años compartidos durante el kirchnerismo. En las últimas horas se bajó Héctor Dáer, pez gordo, representante del gremio de la Sanidad, y la pata hasta ayer massista dentro de la CGT.
¿Cuál es motivo? Será que el Frente Renovador no ideologizó su partido? (no participó por ejemplo del debate que se originó a partir de la decisión de la Corte de aplicar el 2×1 a delitos de lesa humanidad), o que del 2013 a la fecha no pudo cumplir con lo que se planteó?
¿Es suficiente la gran polarización con el kirchnerismo que plantea ya desde el año pasado Mauricio Macri para que los «oportunistas» cambien de rumbo?
Fuentes del massismo aseguraron en diálogo con este portal que Daer se fue del Frente Renovador hace mucho tiempo «cuando se enteró que no tenía espacio para reelegir su banca. Alberto Fernández también dejó de formar parte hace rato» aseguran «el día que decidió ir a ver a Milagro Sala, en ese momento Sergio le dijo que hiciera lo que quisiera pero que nunca más dijera que era del Frente Renovador».
Mientras tanto Randazzo espera. Por un lado, le asegura a los intendentes que lo acompañan que ni se les ocurra pensar que podría competir por fuera del PJ y aguarda una definición de Cristina. Hugo Moyano imagina en tanto un frente con el peronismo al lado de Randazzo o de Massa, quien busca pegarle a Macri donde más le duele: la inflación. Aprovechando la polarización que planteó el propio Gobierno con el kirchnerismo para dejar fuera de carrera a Massa, De la Sota o Stolbitzer, el hombre de Tigre busca generar el efecto contrario: Macri = Cristina: inflación + recesión. Esa idea es la que pretende instalar.
«No puede dar lo mismo trabajar en un espacio político que en otro, y tampoco tener una convicción un día y la contraria al día siguiente» afirman los massistas. «Los compañeros que se vayan van a pedir volver cuando se den cuenta de que este es el verdadero espacio para renovar la política argentina. O cuando les cierren las puertas, o cuando los números no les den».
Lo cierto es que Massa que arrancó en el período de Macri mostrándose como el «árbitro» o el «custodio» de los votos de la gente, aquél que le puso freno a la elección indefinida de Cristina con su movida en el Congreso, deberá retomar la iniciativa si es que quiere llegar a octubre con resto para jugar fuerte.