El Gobierno volvió a ajustar el cepo cambiario para frenar la fuga de reservas
La Comisión Nacional de Valores redujo a la mitad la cantidad de divisas que pueden adquirirse con bonos de ley local. Las nuevas restricciones buscan complicar el acceso a los dólares.
El Gobierno volvió a ajustar el cepo cambiario a fin de frenar la fuga de divisas provocada por la mayor demanda de dólares financieros que se registra en las últimas semanas, a la vez que se limitó hasta fin de mes el mecanismo anticipado de pago importaciones. El objetivo es terminar con el drenaje de las reservas internacionales del Banco Central que sólo en 3 días de octubre resignó US$200 millones.
El nuevo torniquete rige desde este miércoles. Por un lado, la Comisión Nacional de Valores (CNV) impuso un nuevo límite para hacerse del billete a través de la compra-venta de bonos, mediante las opciones contado con liquidación y el dólar MEP o Bolsa. Además, el Banco Central (BCRA) modificó el mecanismo de pago anticipado de importaciones.
Las nuevas restricciones buscan complicar el acceso a los dólares, en momentos en que el Gobierno afronta los meses de menor ingreso de divisas por parte del agro (por estacionalidad y retención de granos como cobertura electoral) y cuando el BCRA tuvo que vender US$200 millones en los 3 días hábiles de octubre.
Así se establecieron nuevos límites cambiarios que los analistas proyectan recalentarán la demanda del segmento informal, donde el blue se consolidó en las últimas ruedas a $185. En ese sentido, la expectativa estará puesta en qué pasará en el mercado paralelo tanto hoy como mañana, última jornada hábil por el fin de semana largo.
La medida de la CNV fue coordinada con el Ministerio de Economía y el BCRA. Minutos después, la autoridad monetaria anunciaba limites para la cancelación anticipada de importaciones, con el objetivo de contener la salida de dólares y sus consecuencias en las reservas.
Hasta fines de octubre, el BCRA estableció que el pago de importaciones se deberán cursar a partir del despacho a plaza de esos bienes. Según explicaron desde la autoridad monetaria, la medida solo afectará al 13% de las operaciones ya que aplica en los casos en que se estén realizando importaciones por mayor valor del que se ha ingresado. La medida estará vigente hasta el 31 de octubre y busca equilibrar los pagos con los bienes ingresados al país.
El BCRA detectó que desde junio se venían registrando pagos por un valor superior al despacho de mercadería a plaza. Ese mes se registraron importaciones por un valor FOB de US$5600 mil millones y pagos por US$5900 millones y en julio esa relación fue de US$5400 millones de importaciones FOB y pagos por US$5700 millones. A partir de agosto esa diferencia entre pagos efectuados y bienes ingresados se amplió: fue de US$5400 millones de ingreso de bienes y US$6200 millones de pago cursados a través del mercado de cambio. En el último mes, la relación fue de US$5500 millones de importaciones y US$5900 millones.
Las compras al exterior responden por un lado a la reactivación de la economía, que necesita insumos y bienes para consumo. Pero también ese adelanto de importaciones esconde una expectativa devaluatoria que el Gobierno descarta. Así, con la brecha del 90% entre el dólar comercial y el blue, se solicitan más divisas a precio oficial de lo que efectivamente llega al país para cubrirse hacia adelante.
El Central aclaró que la nueva regulación afectará a una parte minoritaria de los importadores, que ya en los últimos días se quejaban por mayores restricciones que ponían en riesgo algunos insumos, entre ellos neumáticos y algunos electrodomésticos.
La ampliación de la brecha cambiaria preocupa al Gobierno, que teme que una distancia tan grande entre la cotización administrada por el BCRA y los dólares paralelos abra la puerta a una mayor presión dolarizadora por el temor a una devaluación y que también impacte en la dinámica del comercio exterior, con una menor exportación y una aceleración de importaciones que acentúe la escasez de dólares.