La «triple K» suena con más fuerza
En tiempos de análisis e hipótesis, la fórmula Kirchner, Kicillof, Kirchner va tomando forma y con el paso de los días se afianza como una latente posibilidad para las próximas elecciones. Al menos de ese modo lo ven los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires, el territorio donde podría darse este fenómeno.
Cristina candidata a presidente, su ex ministro de Economía a gobernador y Máximo como primer diputado nacional.
Vale destacar que el hijo de la senadora, es jefe de La Cámpora y se desempeña como diputado nacional por Santa Cruz hasta diciembre de 2019, por lo que querrá renovar su banca por la provincia de Buenos Aires. Nació en La Plata, el 16 de febrero de 1977 y aunque la mayor parte de sus 42 años la vivió en Río Gallegos, por ser bonaerense de nacimiento la ley lo habilita para ser candidato en (y por) Buenos Aires. Parece aplicar un mandamiento que se atribuye a su padre Néstor Kirchner: no hay proyecto nacional sin un pie en la Provincia o, más específicamente, en el Conurbano.
El diputado selló además un pacto con Martín Insaurralde, alcalde de Lomas, y concentra el grueso de sus esfuerzos en consolidar un acuerdo con el PJ de la provincia. También tiene terminales con el eje matancero que comparten Verónica Magario y Fernando Espinoza. En cierto modo, a medida que el PJ bonaerense acepte la jefatura de Cristina, conceden de facto que la ex mandataria ponga -o pida- a su hijo en la boleta.
Con Kicillof cambia todo. Al ex ministro se lo resiste por venir de otro palo pero se admite su buena presencia en las encuestas. Casi no hay relevamientos en la que Kicillof no figure como la mejor oferta en la pelea por la gobernación. A fines del año pasado, una medición de Aresco lo ubicó a 4 puntos de María Eugenia Vidal y lo terminó de convertir en potencial postulante.
Respecto a CFK es difícil encontrar puntos de acuerdo: mientras una gran parte afirma que no se presentará, otro grupos señala que la última vez que la vio, se fue convencido de que competirá para volver a la Casa Rosada. Y los últimos datos animan esa chance. En un distrito del tercer cordón, Cristina mide 60 puntos y Mauricio Macri 11.
