El Gobierno espera más movilizaciones por la suba de tarifas
Consciente del malestar social, el oficialismo se prepara para un escenario tenso en lo que resta del verano, pensando en los cortes de calles y movilizaciones de protesta. El estado de alerta se mantendrá mínimo hasta marzo por las dificultades económicas y la incertidumbre tras un nuevo aumento de tarifas.
Mauricio Macri bajó la decisión de no ceder ante el reclamo de los movimientos por mayor cantidad de planes. “No se van a aumentar, menos a los grupos que reclamen con métodos extorsivos”, señaló a Clarín un funcionario, e insistió en que el foco estará puesto en la capacitación de los actuales para promover el paso al trabajo formal, aun en el contexto de deterioro del empleo.
El grupo que había mantenido negociaciones con la ministra Carolina Stanley (CTEP, Barrios de Pie y la CCC) durante la primera etapa de la gestión de Macri prepara una movilización frente a Desarrollo Social para el 13 de febrero con sectores del sindicalismoAhí reclamarán por el aumento en el salario complementario, la ampliación del universo de beneficiarios.
Además insistirán en cuatro proyectos por los que se vienen movilizando hace tiempo: la Emergencia Alimentaria, un porcentaje de fondos (25%) de la obra pública para las cooperativas, Agricultura Familiar y Adicciones.
Por el cierre de 2018 tranquilo, el Gobierno destaca la rápida reacción de Stanley y María Eugenia Vidal en los sectores más vulnerables de Buenos Aires con un aumento del 30% en la entrega de alimentos a comedores, merenderos, organizaciones, parroquias y lo mismo con otras provincias. También remarcan el crecimiento de Cristina Kirchner en las encuestas entre noviembre y diciembre: “Saben que cualquier instigación a la violencia les resta”, dijo un ministro que adjudicó al kirchnerismo el impulso de la conflictividad casi con exclusividad y dio a los sectores de izquierda una influencia marginal.
“No esperamos meses tranquilos. Algunos dirigentes sienten que la calle es una vidriera para pelear por lugares en las listas”, admitieron desde Desarrollo Social.
“La situación está complicada, pero en diciembre quedó expuesto que era un armado político y se les fue achicando el espacio de movimiento. Este año es política pura, tanto que en enero se tomaron vacaciones”, agregaron por su parte desde Seguridad.
Después del verano y ya más cerca del cierre de listas, las propias elecciones podrían bajar la tensión, según el Gobierno. Siempre y cuando la economía no se desborde.