Vuelta a clases: el Gobierno porteño recusó al juez Gallardo y reclamó que haya un magistrado «imparcial»
La medida fue accionada por la Procuración de la Ciudad. El juez anunció que se aparta de la causa hasta que resuelva el tribunal superior.
El Gobierno porteño recusó este miércoles al juez Roberto Gallardo y reclamó que haya «un juez imparcial» para dirimir el planteo docente sobre el regreso presencial a las aulas, ante lo cual advirtió que la falta de presencialidad en la educación produce un daño «irreparable» en los alumnos.
La medida fue accionada por la Procuración de la Ciudad, confirmó el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel.
«Es muy importante que haya un juez imparcial. Los protocolos que Gallardo exige ver son el resultado de meses de trabajo entre el Gobierno, los docentes y los gremios», subrayó el ministro coordinador local, quien destacó que el Gobierno porteño «está a disposición de la Justicia».
«Toda nuestra colaboración con la Justicia va a seguir de manera permanente como lo hemos hecho siempre, pero decidimos recusar al juez porque el pedido excede su competencia y porque ha demostrado una falta manifiesta de imparcialidad», aclaró.
Y agregó: «Si hay algo en que todos estamos de acuerdo es que los chicos tienen que volver a las aulas. No podemos volver a tener un año como el 2020».
El pasado martes el juez Gallardo citó a los ministros porteños de Salud, Fernán Quirós, y de Educación, Soledad Acuña, con el fin de que informen qué protocolos se implementarán para el cuidado de docentes y alumnos en la vuelta a clases.
El magistrado actuó en respuesta a un amparo presentado por un dirigente gremial porteño que consideró que deben estar garantizados los cuidados del personal docente.
Previamente, Quirós había evitado confrontar con Gallardo al señalar que la medida judicial era para «pedir información sobre la estrategia de testeo de los docentes», aunque había advertido sobre las consecuencias de la falta de presencialidad en las clases para los alumnos.
«Lo que ha pasado con la pérdida de sociabilización y de presencialidad en la escuela ha sido un daño que para muchos niños ha sido importante, y se recuperará con el tiempo; en algunos quedarán secuelas; pero para muchos otros niños seguramente va a ser irreparable, sobre todo para los más vulnerables», había señalado en conferencia de prensa.
Por su parte, Acuña había remarcado que «no hay motivos reales» para suspender la presencialidad de las clases este año.