Victoria Donda seguirá al frente del INADI con el apoyo del Gobierno
«Quieren tapar noticias que son más importantes», expresó la titular del organismo nacional que fue denunciada por el presunto delito de defraudación contra la Administración Pública, por haberle ofrecido un plan social y un empleo en el Estado a su empleada doméstica.
Después de haber sido denunciada por el presunto delito de defraudación contra la Administración Pública por haberle ofrecido un plan social y un empleo en el Estado a su empleada doméstica, Victoria Donda salió a defender su postura, mientras que el Gobierno salió a apoyarla y ratificó su continuidad en el cargo.
«La verdad es que he tomado a mucha gente que conozco porque es lógico que uno toma a la gente que tiene más cerca», dijo la funcionaria, y añadió: «Y lo voy a seguir haciendo».
La titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) negó además que su empleada Arminda Banda Oxa no estuviera en blanco, y que no se hubiera hecho cargo de su salario durante la pandemia. «La quise ayudar. Me parece que está bien. Para eso está el Estado. Pero es mentira que le dije que no le pagaría una indemnización. Toda mi vida dedicada a los Derechos Humanos, nunca haría algo así, por nada lo haría», sostuvo la exdiputada.
«Lo que sí le ofrecí es poder ayudarla a entrar en algunos de los planes sociales que está prestando el Gobierno. El abogado dijo que yo le quería dar eso para que preste servicio en mi casa pero después cambió el relato. Sí (le ofrecí) que participe de algún plan social a cambio de una contraprestación. El Estado no puede regalar los recursos, me parece bien que haga una contraprestación en la medida en que su cuerpo lo permita. O en el INADI, que no es el ministerio de Economía… no la íbamos a contratar como economista. Pero podría hacer maestranza o estar en alguna subdelegación cerca de su domicilio. Podía hacer alguna cosa que no le implicase un esfuerzo físico grande como trabajar en casas particulares porque es un esfuerzo físico que va desgastando a las personas», argumentó.
«Por supuesto para tomar cargos de relevancia abrís concursos. Pero gente que está en situación vulnerable… la verdad es que yo ayudé a un montón de gente. Ahora está por firmar un contrato una mujer que es la esposa de alguien que trabaja en el INADI y también lo necesita mucho. No solo no me resulta reprochable, sino que es lo que hago permanentemente. Siempre trato de ayudar a la gente que está en esa situación. Y si le puedo cambiar un poquito la vida trato de hacerlo», explicó.
También reconoció que «fue un error por las ganas de ayudarla, no por la motivación de querer que renuncie a un derecho, que es lo que vienen planteando». Y añadió que detrás de la denuncia «quieren tapar noticias que son más importantes».
«Hoy no lo haría porque ya no confío en ella. Pero no me parece un error que el INADI ayude a personas como ella, que históricamente ayudó, y lo voy a seguir haciendo», sostuvo.
Finalmente, Donda manifestó: «Era una posibilidad para que ella pueda estar mejor. Ella lo necesitaba y ahora está siendo usada. Puede ser que sea reprochable pero hay situaciones de vulnerabilidad que exceden las formas de transparencia que tiene el Estado para contratar. No estaba tomando a mi hermana que sería reprochable, le ofrecí trabajo a una mujer para que mejore su calidad de vida. En mi caso fue movilizado por el cariño».
Wolff apuntó contra Donda
El diputado nacional del PRO Waldo Wolff consideró que el accionar de la titular del INADI, Victoria Donda, acusada de ofrecerle un cargo en el instituto que preside a su empleada doméstica, constituye un caso de «corrupción» y «feudalismo puro».
«Lo más grave es la naturalización de la utilización del estado, eso es corrupción, feudalismo puro. La moral mía no es igual a la moral de Victoria Donda», subrayó Wolff.
El diputado subrayó: «Ella reconoció que le ofreció a cambio de que renuncie un cargo en el INADI, utilizando el Estado para resolver sus problemas laborales personales. Eso es inadmisible».
En ese sentido, consideró que «un funcionario puede tener un problema con un empleado, pero utilizar el erario público para intentar sobornar a su empleada a cambio de su renuncia es de extrema gravedad». «Esto es corrupción. Es feudalismo puro. Es patronazgo de estancia», dijo.
Wolff se metió de lleno también en la polémica que generó el confuso episodio en el que Carolina Piparo y su marido fueron acusados de atropellar a un motoquero luego de haber sido víctimas de un robo: «No sé por qué debería renunciar alguien víctima de un delito», dijo al respecto.
Para el legislador, «Carolina Píparo fue víctima de un delito: le robaron en la puerta de sus suegros» y aclaró que en términos legales «el que está imputado es el marido».