Ruta del dinero K: Lázaro Baéz declaró que «lo apretaron» para que involucrara a CFK

Published On 20/11/2019

El empresario santacruceño rechazó los cargos en su contra desde el banquillo, en la causa que lo investiga por presunto lavado de activos ante el Tribunal Oral Federal 4.


El empresario Lázaro Báez aseguró este miércoles en el marco del juicio por la Ruta del dinero K, que lo pusieron «en una encerrona» para lograr que acusar a la «señora Cristina Fernández y su gobierno» en un «ataque al modelo de país que imaginó Néstor», al rechazar los cargos por presunto lavado de activos ante el Tribunal Oral Federal 4.

En su exposición, que estaba redactada previamente, dijo que fue víctima de una “persecución mediática y política” y habló de una campaña de los servicios de inteligencia en su contra: “Nunca fui testaferro de Néstor Kirchner ni de su familia. Soy una víctima de la campaña atroz por parte de los poderes reales”, aseguró.

«Inventaron causas y causas todos los días. Todos los poderes colaboraron en el total desprecio por el estado de derecho y la justicia», aseguró el ex dueño de Austral Construcciones, y añadió: «No soy tan engreído para creer que toda esta campaña fue por mí».

Sobre su presente como prisionero dijo que «fue detenido injustamente hace casi cuatro años, amedrentado diariamente. Me deshonraron a mí y a mi familia, y en modo elíptico a la familia de Néstor Kirchner».

Y siguió sobre las acciones, a su entender injustas, que vivió durante su prisión: «Destruyeron a mi familia, encarcelaron a uno de mis hijos, trabaron las actividades de todas mis empresas, inmovilizaron mis activos, persiguieron a mis socios, fui acosado por el servicio de inteligencia a la orden del actual Gobierno. Realizaron múltiples amenazas y aprietes para que involucrara al peronismo y a la expresidenta».

Mientras duró la sesión, el detenido no aceptó preguntas. Estaba previsto que la semana próxima comenzaran los alegatos, pero el proceso oral todavía se encuentra en la etapa de declaraciones indagatorias.

Los demás imputados que están dentro del cronograma de indagatorias son el contador Daniel Pérez Gadín, Julio Mendoza, Federico Elaskar, Fabián Rossi, Eduardo Castro y Martín Andrés Eraso, el exempleado del banco suizo Lombard Odier.

En el proceso se juzgan tres hechos de lavado de activos que en total suman U$S 60 millones. El primero refiere a los U$S5.100.000 con los que fueron filmados Martín Báez, Pérez Gadín y otros acusados en la financiera SGI, conocida como «La Rosadita».

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El segundo involucra a U$S32.800.000 que se fugaron del país y que volvieron en títulos de la deuda pública a la empresa «Austral Construcciones». Mientras que el tercero es la adquisición de propiedades y autos que pudieron haberse comprado con el dinero que se blanqueó, y que pudo haber formado parte de los fondos de obra pública con los que se benefició la compañía de Báez en Santa Cruz.