La protesta que llegó a Olivos y generó el repudio de todo el arco politico
El reclamo de la fuerza policial llegó hasta la Quinta de Olivos. «Esto no se resuelve escondidos en patrulleros tocando bocina», desafió Alberto Fernández.
La polémica por el paro y movilización de la Policía Bonaerense en reclamo una mejora salarial sumó un nuevo capítulo este miércoles, cuando un importante grupo de uniformados trasladó las protestas hacia el exterior de la Quinta de Olivos, donde reside habitualmente el presidente Alberto Fernánez.
Con patrulleros y sirenas encendidas una veintena de móviles circuló por la mañana alrededor del perímetro de la residencia oficial, para luego concentrar su malestar en la puerta de ingreso a la misma, expresando su descontento ante la falta de precisón sobre posibles aumentos anunciados el martes por Axel Kicillof.
Esta mañana el Gobierno bonaerense había ratificado al ministro de Seguridad Sergio Berni en su cargo, al asegurar el Jefe de Gabinete del distrito, Carlos Bianco, que “no hay razón por la que debería dejar su cargo, estamos muy conformes con su trabajo”.
«Esa es una decisión del ministro de Seguridad, pero nosotros estamos muy conformes por su trabajo y con la forma que está llevando las negociaciones”, afirmó además en diálogo con Radio La Red sobre el futuro del Jefe de la Policía Bonaerense Daniel García.
La protesta, a la que se sumaron los cuerpos de distintos distritos del conurbano bonaerense y el interior del país como Ituzaingó, Almirante Brown, Morón, Merlo, Quilmes, San Miguel, Lomas de Zamora, La Matanza, Azul, Mar del Plata, Necochea, Bahía Blanca y Tres Arroyos entre otros, tuvo un capítulo dramático durante la madrugada, cuando previo al inicio de las manifestaciones una persona de civil arrojó una bomba molotov contra la Quinta de Olivos, siendo detenida a los pocos minutos y puesta a disposición del Juzgado Federal N°2 de San Isidro a cargo de Lino Mirabelli.
Además, durante la presentación del relanzamiento del plan Ahora 12 llevado a cabo durante la mañana en Quilmes, el presidente Alberto Fernández se refirió al conflicto al considerar que «esto no se resuelve escondidos en patrulleros tocando bocina”.
“El gobierno nacional no se va a hacer el distraído, va a afrontar el problema como lo hacemos siempre junto al gobernador, Axel Kicillof. Somos dos amigos en la misma causa y estamos comprometidos con lo mismo”, agregó y sumó sin dar nombres: “No es ético aprovechar este momento para profundizar las crisis y reclamar cosas que a veces son difíciles de resolver”.
En medio de la polémica la inquietud y el malestar se hizo notar en los intendentes de la Provincia, quienes asegurar que se «subestimó» el reclamo. Mientras tanto, funcionarios del gobierno bonaerense, entre los que se incluye el propio Sergio Berni, consideraron que desde los municipios se aprovechó la situación para agigantar la figura de los jefes comunales y postularse como sucesores en caso de un cambio de nombres.