Piden la indagatoria de Lagomarsino por el crimen de Nisman

Published On 08/11/2017

Para la fiscalía no hay dudas, «Alberto Nisman fue víctima de un homicidio y Diego Lagomarsino fue partícipe primario del plan criminal» que se llevó a cabo. Esas fueron palabras del fiscal Eduardo Taiano, al frente de la investigación, al pedir la indagatoria contra el técnico informático que «le prestó a Nisman el arma con la que fue asesinado».

La solicitud está contendida en una resolución de más de 300 páginas que preparó Taiano en línea con el peritaje de la Gendarmería Nacional que afirma que el ex fiscal de la AMIA fue «asesinado» por dos personas que ingresaron a su departamento de las torres Leparc, aquel 18 de enero del 2015. Por este motivo, exigió el cambio de carátula de la causa que hasta ahora es «muerte dudosa».

«Estoy esperando la citación. Quiero declarar y voy a contestar todo lo que me pregunten», sostuvo el acusado a los medios. Mientras tanto, sus abogados ya presentaron un pedido de eximición de prisión ante el juez federal Julián Ercolini, quien esta mañana dispuso el secreto del sumario.

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De acuerdo al informe de Taiano, el accionar de Lagomarsino «fue posible debido a la relación de confianza que tenía» con Nisman, «situación que le permitió acceder tanto a la vivienda del fiscal como a sobrepasar su custodia». Como si fuera poco, también lo imputó por «la tenencia ilegítima del arma de fuego de su propiedad», marca Bersa, calibre 22, ya que la licencia «estaba vencida desde el 1º de abril de 2007».

El dictamen especifica además que «las circunstancias que rodearon la muerte de la víctima impiden siquiera considerar la posibilidad de un suicidio». En ese marco, pidió las indagatorias de los cuatro custodios que cubrían el turno de esa fatídica noche en Puerto Madero. Rubén Benítez, Néstor Durán, Luis Miño y Armando Niz «incumplieron los deberes que tenían a su cargo, al no proteger al custodiado en forma debida», indicó el funcionario público.

Taiano argumentó que dicho comportamiento posibilitó el ingreso del arma homicida al domicilio de Nisman, permitió el acceso de los ejecutores del hecho y dio lugar a su salida impune, impidiendo tomar conocimiento del hecho en forma inminente.

En su primera declaración, Lagomarsino explicó que la Bersa calibre 22 estaba a su nombre y que el fiscal Nisman se la había pedido para protegerse de algún «loquito» que pudiera agredirlo por haber denunciado a la ex presidenta Cristina Kirchner, en el marco del encubrimiento a la AMIA.