Pacto fiscal: el Ejecutivo cerró el acuerdo con gobernadores
Luego de varias semanas de negociación, el presidente Mauricio Macri logró sellar un acuerdo con los gobernadores para aplicar la reforna tributaria. Se les garantizó a las provincias un bono del 15% para compensar las deudas con Nación, y hubo consenso general para un «pacto fiscal hacia la reducción sistemática del déficit», precisó el propio mandatario tras el encuentro que se llevó a cabo en Casa Rosada.
«Este es el punto de partida. Ahora las cosas se ponen sobre la mesa, la verdad es lo que vale», sostuvo el jefe de Estado. «Cada vez que reduzcamos gastos corrientes vamos a tener la posibilidad de invertir, pero silmultáneamente hay que bajar los impuestos». Respecto a la situación del empleo público y los altos salarios, Macri insistió: «Si le competimos con salarios más altos, el sector privado no va a poder generar empleo genuino, más teniendo en cuenta que tenemos una paritaria por delante».
Los representantes provinciales fueron llegando durante el transcurso de la mañana. Los primeros en arribar fueron Gildo Insfrán (Formosa), Carlos Verna (La Pampa), Lidia Corpacci (Catamarca), Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gerardo Morales (Jujuy). Con el correr de las horas fueron llegando los demás, Juan Manuel Urtubey (Salta), Miguel Ángel Lifschitz (Santa Fe), Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y Juan Schiaretti (Córdoba), Juan Manzur (Tucumán), Omar Gutiérrez (Neuquén), Hugo Passalacqua (Misiones), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Alberto Weretilneck (Rio Negro), el vicegobernador de San Luis, Carlos Ponce, (quien ya aseguró no firmará la reforma), Pablo González, vicegobernador de Santa Cruz, y María Eugenia Vidal (Buenos Aires), una de las últimas gobernadores en llegar junto con Ricardo Colombi de Corrientes.
De la cumbre también participaron el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó.
El debate presentaba dos puntos conflictivos que parecían irreparables: los fondos millonarios por juicios a la Nación que reclaman las provincias y la actualización del Fondo de Reparación Histórica del Conurbano que pide la administración bonaerense que dirige María Eugenia Vidal.
En el primer caso, Macri intentaba que los gobernadores desistan de los juicios cruzados entre la Nación y las provincias. Se trata de 56 procesos que podrían significar hasta $340.000 millones y no todos los representantes provinciales están dispuestos a ceder.
Por el otro lado, la Casa Rosada compensaría a la gobernación de Vidal con los $65.000 millones de pesos anuales que reclama para obras públicas. Los fondos saldrían de las arcas del Estado nacional, pero es una situación que genera un gran rechazo entre los gobernadores del PJ.
En conclusión, hay muchos puntos que ya se cerraron. Entre ellos: «incluir el financiamiento del déficit de las cajas previsionales no transferidas; la derogación del artículo 104 del Impuesto a las Ganancias; la ley de cheque al 100% para el Anses; una rebaja de impuestos distorsivos y el apoyo a la ley de responsabilidad fiscal» que impulsa el presidente.
Con respecto a los ingresos brutos, se logró consenso para que haya una reducción gradual de ese gravamen, que la actividad primaria quede exenta y que al comercio se le grave en un 5 por ciento.