La polarización volvió a adueñarse de un nuevo debate, con más cruces y chicanas

Published On 21/10/2019

Tanto los equipos de Macri como Fernández sienten que hubo una clara diferencia a su favor este domingo en la UBA. Sin embargo, al mismo tiempo vieron que se desaprovecharon los bloques de transparencia y economía, respectivamente.


Culminado el segundo debate presidencial y entrando en la última recta hacia las elecciones del 27 de octubre, en el entorno de los principales candidatos coincidieron en verse ganadores. En el equipos de Mauricio Macri afirman que ganó este reto y logró levantar la tibia imagen mostrada en Santa Fe una semana atrás: coinciden en que los mejores momentos fueron cuando relacionó a Alberto Fernández con Cristina Kirchner y la corrupción.

Desde el lado peronista, no tienen dudas de que volvió a ganar por KO al presidente aunque se observó también que el candidato del Frente de Todos Alberto Fernández no aprovechó tanto la crisis económica. En el mismo grado de arrepentimiento, en el oficialismo analizaron que el mandatario tampoco utilizó de manera adecuada su bloque de transparencia.

El líder de Juntos por el Cambio se mostró más agresivo que el evento anterior, con el objetivo de rendir al máximo la posibilidad de descontar la amplia ventaja del kirchnerismo en las primarias.

La Facultad de Derecho de la UBA fue testigo de fuertes cortocircuitos entre los dos principales postulantes. Desde el comienzo, Macri no tuvo piedad y mantuvo una postura más desafiante: «No cambio para acomodarme y tengo un compañero de fórmula que siempre da la cara”, arrancó, y enseguida apeló a su promesa repetida en la campaña para replicar las críticas en materia económica: “Viene una etapa distinta, con crecimiento, empleo y mejora del salario”.

Sin quedar atrás, Fernández también fue agresivo desde esa primera instancia. “Un Presidente no se debe involucrar en la Justicia, no debe firmar decretos que favorezcan a sus hermanos”, arremetió, e hizo referencia al “dedito” antes cuestionado por Macri como pie para meterse en la crisis: “Mi índice sólo marca errores y señala inconductas. Desocupación, pobreza, inflación. Ocupémonos de lo importante”.

Luego, una serie de cruces por las denuncias de corrupción en la obra pública durante el gobierno kirchnerista se convirtieron en lo más «picante» del debate sobre Empleo, Producción e Infraestructura, en especial cuando el aspirante K recordó al fallecido padre de Mauricio Macri.

El presidente consideró que era «imposible de creer» que Fernández durante su rol de jefe de Gabinete no haya visto lo que el propio mandatario calificó como una «matriz de corrupción» en la obra pública, y en ese contexto el candidato del Frente de Todos mencionó a su padre, Franco Macri, que murió en marzo pasado.

«Usted se pregunta cómo yo en mis años de jefe de Gabinete no vi la corrupción de la obra pública y usted en el clan Macri ¿no vio la corrupción de la obra pública Presidente?, ¿no vio lo que pasaba en su familia?, después nos contó cuando su padre murió que su padre era responsable. Presidente hablemos en serio, a mí no me va a correr», espetó Fernández.

Minutos más tarde, el jefe de Estado sostuvo que «es de muy mal gusto citar a una persona que ya no está en este mundo y no se puede defender», al tiempo que agregó: «Es difícil creer que no vio nada; es imposible de creer que usted no haya visto nada», en referencia a los años de funcionario de Fernández integrando el gobierno kirchnerista.

El jefe de Estado también consideró que el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, actual postulante presidencial de Consenso Federal, «renunció al denunciar esto», en referencia a la corrupción, al tiempo que José Luis Espert (frente Despertar) le preguntó directamente a Fernández si «no vio nada o fue cómplice de eso».

«Cuando tuve diferencias renuncie y me fui a mi casa (en 2008)», respondió Fernández, que agregó que desde entonces jamás fue citado por la Justicia, y en este sentido subrayó que «a Macri lo están esperando en Tribunales más de 100 causas por supuestas irregularidades». «No tengo nada que ver con la corrupción, no me corra por ese lado«, completó.

Una vez finalizado el debate, los dos candidatos se saludaron de manera muy fría y ya se enfocan en sus últimos días de campaña. El presidente continuará su gira del «Sí se Puede» en Jujuy, mientras que el líder del FDT viaja a Chaco.