El Gobierno le recorta más fondos a los gremios
La relación entre Mauricio Macri y la CGT sufrió un cambio rotundo en el último tiempo entre la frustrada reforma laboral que impulsó el oficialismo y el conflicto de las paritarias para este año.
Sin embargo, la cuestión sumará un nuevo capítulo en los próximos días ya que en plena discusión con líderes sindicales, el Gobierno prepara una maniobra para quitarles una caja millonaria: el Subsidio de Mitigación de Asimetrías (SUMA), que complementa la financiación de las obras sociales mediante la distribución automática de fondos.
Dicho beneficio fue instaurado por Cristina Kirchner durante su segundo mandato presidencial y dispone el giro automático de fondos desde el Estado nacional a las obras sociales. Actualmente son unos 950 millones de pesos, que surgen del 5% de lo recaudado en concepto de Aportes y Contribuciones que van al Fondo Solidario de Redistribución.
La idea del Ejecutivo es eliminar el SUMA “en un corto plazo”: aunque en una primera etapa (2018) sólo avanzaría con el recorte a la mitad. “Es un subsidio que no tiene demasiada justificación. No tiene sentido darles tantos fondos a gremios ricos”, dicen en Casa Rosada.
La distribución de ese dinero se establece de acuerdo al tamaño del gremio: el 20% se divide en partes iguales entre las obras sociales con más de 5.000 afiliados. Mientras que el 80 por ciento va en forma proporcional al número de afiliados, de manera tal que se asegure que las obras sociales con menos de ese número de beneficiarios reciban un importe promedio.
La medida tiene varias aristas políticas, no sólo porque el Gobierno decide avanzar con esa caja, sino porque redireccionará esos fondos a la cobertura de jubilados y de monotributistas.
Varios dirigentes gremiales ya fueron notificados del plan en el que, bajo la supervisión del vicejefe de Gabinete Gustavo Lopetegui, trabajan el ministro de Salud Adolfo Rubinstein y el superintendente de Servicios de Salud Sandro Taricco.