Fuerte oposición al discurso de Fernández en el CELAC
El presidente en su discurso inaugural ante el CELAC defendió a Cuba y Venezuela por el «bloqueo que sufren desde hace décadas», y algunos mandatarios se despegaron rápidamente de la posición del gobierno argentino.
El presidente Alberto Fernández inauguró la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños con un discurso en el que expresó el apoyo a Cuba y Venezuela: «Fui a la Cumbre de las Américas para llevar la voz de los bloqueos que países latinoamericanos padecen. Cuba padece un bloqueo de seis décadas y Venezuela otro tanto».
Uno de los que mostró su oposición a los dichos de Fernández fue el presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou, quien manifestó que el escrito de CELAC «habla de respeto a la democracia, los derechos humanos y el cuidado a las instituciones». Pero «claramente hay países acá (…) que no respetan ni las instituciones, ni la democracia ni los derechos humanos».
Además, el jefe de Estado uruguayo agregó: «He escuchado discursos que comparto totalmente, otros que comparto la mitad, y otros que no comparto casi nada. Pero entiendo que nuestras naciones se tienen que vincular».
Por otro lado, Mario Abdo Benítez presidente paraguayo expresó más explícitamente: «Así como nos preocupan los hechos ocurridos en Perú, en Brasil, también nos preocupan presidente el éxodo masivo que vemos».
También afirmó «La democracia como sistema de gobierno si bien inicia con elecciones libres, periódicas y transparentes, no culmina allí. Nos dan legitimidad de origen, pero el verdadero desafío está en ejercer el poder garantizando la pluralidad política, la dignidad humana, la libertad de expresión, el respeto al estado de derecho, la separación y la independencia de los poderes».
Otro que contradijo la posición del gobierno argentino fue el mandatario chileno Gabriel Boric, quien pidió por la liberación de los «opositores que aún se encuentran detenidos de forma indigna» en Nicaragua y «elecciones libres, justas y transparentes» en Venezuela y manifestó el deseo de su gobierno de «colaborar en el dialogo entre los distintos sectores del país para encontrar una salida».
Por último, se refirió a la crisis que se vive en Perú y concluyó: «No podemos ser indiferentes cuando hoy en día en nuestra hermana nación de Perú personas que salen a marchar y a reclamar lo que consideran justo terminan baleadas por quien debiera defenderlas».