El Gobierno identificó cuatro fallas que contribuyeron al histórico apagón
Tras el gigantesco apagón que afectó al servicio de Argentina, Uruguay, Chile y Paraguay, el Gobierno detectó al menos cuatro fallas en el funcionamiento del sistema eléctrico que coincidieron para causar la interrupción masiva del servicio y retrasar el restablecimiento del servicio. Las mismas son admitidas, algunas en público y otras en privado, por las principales empresas del sector eléctrico.
De los cuatro procesos que no funcionaron en la mañana y mediodía del domingo, dos afectaron al sistema eléctrico y condujeron al apagón, y otros dos complicaron la vuelta a la normalidad de la operatoria.
La primera falla ocurrió en un tramo de una línea de transmisión eléctrica: debió cerrarse automáticamente para evitar el apagón del sistema, pero no funcionó. Como alternativa a esa falla, había una segunda línea, pero estaba inhabilitada por una reparación que estaba haciendo Transener.
El origen de los problemas fue en el corredor Litoral. La primera falla se dio en el tramo Colonia-Elía/Mercedes, pero el apagado de esa línea (técnicamente se lo llama “recierre”) fue exitoso, es decir que no provocó efectos en el sistema, aunque queda registrado para Transener y Cammesa. Fue un cortocircuito “fugaz” que el sistema apenas percibe, aunque queda registrado.
Transener es una firma controlada por Citelec. En esa sociedad confluyen Pampa Energía (de Marcelo Mindlin) y la estatal Ieasa (ex Enarsa). El resto de las acciones está en la Bolsa. El ex ministro de Energía, Juan José Aranguren, quiso poner Transener a la venta, pero chocó con la oposición del radicalismo.
A Cammesa le tocó la tarea de rehabilitar la red eléctrica una vez que había dejado de funcionar. El mayor aporte lo tuvo desde Yacyretá. Por sus condiciones, tiene los motores para reiniciar el sistema. Con un trabajo sincronizado, todas las centrales volvieron al sistema. Aunque, en Cammesa notaron algunas dificultades. En tanto, desde El Chocón (en Neuquén), cuya entrada en servicio demoró más de lo que esperaban en la empresa mayorista del sistema eléctrico, de gestión estatal.
También hubo dificultades con el ingreso de energía proveniente de Embalse y otras centrales ubicadas en Córdoba.