De Vido a juicio oral por beneficiar a Odebrecht en la licitación de gasoductos

Published On 27/06/2019

Así lo ordenó el juez federal Daniel Rafecas tras cerrar la instrucción. La constructora brasileña está acusada de pagar coimas por US$ 35 millones.


Julio De Vido suma otro dolor de cabeza en su mochila de expedientes judiciales y en este caso deberá afrontar un nuevo juicio oral en una causa por beneficiar a Odebrecht en la polémica licitación de gasoductos.

La gigante compañía brasileña está envuelta en un megacaso de corrupción en Latinoamérica por el pago de sobornos que, solo en la Argentina, destinó U$S 35 millones en coimas a funcionarios durante el Gobierno anterior para adjudicarse contratos de obra pública.
Este jueves se develó que el exministro de Planificación Federal “creó el marco normativo necesario para que, desde la Secretaría de Energía, en negociaciones con Odebrecht, se procediera al llamado a una “licitación privada” que se realizó a través de la firma mixta Cammesa, que fue la que finalmente le adjudicó, en un proceso sospechado, todo el negocio a Odebrecht”.

Anteriormente la sala II de la Cámara federal porteña había declinado un reclamo del ex funcionario de Cristina Kirchner y habilitó al juez federal Daniel Rafecas a elevar la causa en la que el propio De Vido está procesado por negociaciones incompatibles con la función pública.

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La medida de Rafecas también involucra al exsecretario de Energía, Daniel Cameron, los exsubsecretarios de Energía Eléctrica y de Combustibles, Bautista Marcheschi y Cristián Folgar, y los responsables de la firma Cammesa S.A. Entre estos últimos se encuentran su vicepresidente, Luis Alberto Beuret, y Julio Armando Bragulat, gerente general de la entidad.

En el marco de la adjudicación de los contratos para obras, las cuales tuvieron un presupuesto inicial de más de 2.300 millones de dólares, se estima que los sobreprecios habrían superado los U$s 800 millones. Rafecas sostuvo que De Vido confeccionó una “licitación privada”, que en lugar de hacerse a través de las empresas privadas TGN y TGS, como se venía realizando hasta ese momento, se llevó a cabo a través de Cammesa, que direccionó la obra en favor de Odebrecht.