Crece la tensión entre el Gobierno y la oposición por las PASO

Published On 31/03/2021

La jugada del oficialismo a dos referentes de Pro para postergar las primarias y las elecciones generales agitó las aguas en la coalición opositora. “Nadie sabía nada. Si hubo ingenuidad es peor que una picardía”, analizaban los referentes de JxC.


La propuesta del Gobierno a un grupo de opositores para postergar un mes las PASO y las elecciones generales a raíz de la llegada de la segunda ola de la pandemia país generó un fuerte revuelo interno en Juntos por el Cambio.

La jugada de la Casa Rosada dejó desconcertados a algunos de los principales referentes de Pro, la UCR y la Coalición Cívica, que se enteraron por los medios de que el oficialismo había abierto una vía de negociación con el intendente de Vicente López, Jorge Macri, y jefe de bloque de Diputados del macrismo, Cristian Ritondo, para modificar el calendario electoral.

La noticia impactó de lleno en la cúpula de la principal coalición opositora. Hubo malestar, intercambios de mensajes vía chats y cruce de llamadas con pedidos de aclaraciones. Ritondo y Jorge Macri, referentes de Pro en la provincia de Buenos Aires, fueron el blanco de las quejas. No solo por haber asistido a la reunión, sino por la foto que se sacaron en el “Patio de las Palmeras” con los funcionarios y representantes parlamentarios del oficialismo. “No se puede ser tan ingenuo a esta altura. Ya se los habían hecho con el anuncio de la quita de coparticipación a la Ciudad en Olivos”, remarcó uno de los principales dirigentes de Juntos por el Cambio.

Los primeros en reaccionar fueron los caciques de la UCR. Apenas trascendió que el Gobierno había propuesto negociar la postergación de las PASO en la reunión con alfiles de Pro, el titular del radicalismo, Alfredo Cornejo, se comunicó con varios de sus correligionarios y con las autoridades de Pro para pedir explicaciones. “Nadie sabía nada. Volaban los teléfonos. Si hubo ingenuidad es peor que una picardía”, cuenta un dirigente de la UCR.

El jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, intercambiaban mensajes con aliados y otros dirigentes del partido, quienes no ocultaban su bronca los emisarios del macrismo. “No se puede creer lo de estos tipos del Pro”, bramó un mandatario radical. En privado, Ernesto Sanz se mostraba indignado con la maniobra del oficialismo. “No podés confiar en este gobierno”, analizaba otro alfil de la UCR.

Por su parte, el senador nacional Martín Lousteau pidió “terminar de raíz con la discusión”. “Las reglas electorales no pueden estar sujetas a una discusión de conveniencia, el gobierno tiene que decir claramente hay PASO y dejar de especular”, dijo Lousteau en diálogo con Radio Mitre.

En el radicalismo tampoco estaba al tanto de que una representante del partido, Érica Ravilla, intendenta de General Arenales, vicepresidenta electa de la UCR bonaerense, había asistido a la reunión en Balcarce 50 por la puesta en marcha del Programa de Emergencia de Infraestructura Municipal (Preimba), una ley impulsada por Ritondo. “Había una representante del radicalismo. Y la foto fue porque era una ley promovida por nosotros”, se defienden cerca del diputado.

Frente al creciente malestar de los aliados del radicalismo y la CC -y el desconcierto de las autoridades de Pro-, Ritondo y Jorge Macri negaron en conversaciones telefónicas y en los chats internos de la coalición haber avalado la eventual modificación del calendario electoral y explicaron que habían pedido ante el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el jefe de bloque de Diputados del Frente de Todos, Máximo Kirchner; el titular de la Cámara baja, Sergio Massa; y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro; el tema se debatiera en el Congreso. “Fue una charla informal cuando ya se había terminado la reunión. Hablamos más de la campaña de vacunación que de las PASO”, repetían Ritondo y Jorge Macri ante sus interlocutores. A pesar de eso, en privado, ambos referentes de Pro dieron el visto bueno para avanzar con la negociación.

Según coinciden varios asistentes a la reunión, Máximo Kirchner fue el primero que sugirió abrir una debate en el Congreso para consensuar la eventual postergación de las primarias y de las elecciones generales, luego de que Macri alertara por las demoras en el plan de vacunación. En ese momento, Massa recordó que los gobernadores del PJ sugerían suspender los comicios, pero el hijo de la vicepresidenta dijo que eso no era una posibilidad. Y les propuso a Ritondo y Macri fijar parámetros “sanitarios” objetivos para evaluar la situación. Kicillof avaló el plan.

Luego de que Cornejo y Maximiliano Ferraro, titular de la CC, descartaran vía Twitter la eventual modificación del calendario electoral, las autoridades del radicalismo y de Pro les pidieron a Ritondo y Jorge Macri que aclararan públicamente que no habían cerrado un acuerdo con el Gobierno. “Hay que cuidar la estrategia y la unidad de Juntos por el Cambio. Y no hay que ser inocentes”, dicen en la fuerza de Elisa Carrió.

Al igual que los radicales, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, tampoco estaba enterado del supuesto acuerdo para postergar las PASO y activó su teléfono para comunicarse con sus aliados cuando trascendió la noticia. Cerca del alcalde defendían a los emisarios de Pro. “Fueron a una reunión vinculada a la provincia y les plantearon este tema. Como no querían que se hablara de las quejas por la impericia de Kicillof en la vacunación, salieron a instalar lo de las PASO. Fue una torpeza del Gobierno”, señala un funcionario del círculo de confianza de Larreta.

La titular de Pro, Patricia Bullrich, se enteró de que se había abierto una negociación con el Gobierno por las PASO mientras presentaba su libro Guerra sin cuartel en Tres de Febrero. De inmediato, la exministra de Seguridad habló con los emisarios del macrismo en la cumbre en la Casa Rosada e intentó calmar las aguas en el radicalismo. “No hubo mala fe de parte de Cristian y de Jorge. Pero se sacaron la foto formados como un equipo y les hicieron una cama. No se puede confiar en Massa, que te lleve de la oreja”, remarcaba un referente del macrismo duro.

Poco después, Bullrich acordó con la mesa ejecutiva de Pro que sacarían un comunicado para negar que los referentes de Juntos por el Cambio que asistieron a la reunión en la Casa Rosada hayan “manifestado su voluntad de posponer las PASO”. La reacción de la cúpula de la coalición obligó a los protagonistas del encuentro a bajarle el tono al principio de acuerdo.

La mesa nacional de Juntos por el Cambio se reunirá el próximo martes de manera presencial -por primera vez desde que el coronavirus llegó al país-. La postura de la coalición frente a la eventual postergación de las PASO, dan por descontado en el espacio, será uno de los temas de discusión en el encuentro. Si bien la jugada del Gobierno “ensució la cancha”, en la oposición no descartan de plano un diálogo en el Congreso con el oficialismo para posponer los comicios si reciben una propuesta formal del Ejecutivo. De Pedro anunció que irá el martes a la Cámara baja para explorar un acuerdo.

La reacción del Gobierno

Desde el Gobierno ratificaron que hay una negociación “en marcha” y les restaron dramatismo a las posteriores desmentidas opositoras. “Hay idas y vueltas, como en toda discusión”, afirmaron cerca del presidente Alberto Fernández, quien sigue delegando en el Congreso la decisión final. “Es lógico y de sentido común que se terminen postergando”, agregaron desde el Gobierno, en referencia al eventual aumento de contagios y su influencia en las primarias.

Algunas voces, cerca del Presidente, insisten en la idea “inevitable” de postergar los comicios, aunque otros le proponen suspenderlas directamente y “utilizar todo el costo en compra de vacunas” para combatir el coronavirus.

Desde el Ministerio del Interior recordaron que “el cronograma electoral sigue vigente” y que la premisa es que “las PASO se hacen”.