Covid-19: un estudio argentino dio grandes resultados
Fue realizado por el equipo de la Fundación Infant, liderado por el infectólogo Fernando Polack, que demostró que el plasma de recuperados es efectivo en pacientes leves que sean mayores a 65 años. “Transforma al coronavirus en un catarro”, afirmó el médico.
El reconocido infectólogo argentino Fernando Polack, quien se contagió dos veces de coronavirus en el transcurso de la pandemia, informó este jueves grandes resultados en el estudio realizado a través del tratamiento con plasma para infecciones recientes.
Según el informe, la rápida aplicación de plasma de convaleciente a pacientes mayores de 65 años que hayan sido diagnosticados con Covid, «reduce significativamente el riesgo de que la enfermedad evolucione a un caso grave».
El estudio fue realizado en Argentina por la Fundación Infant y demostró una efectividad mayor al 60%, lo cual es positivo desde todo punto de vista.
Concretamente, de cada 10 pacientes que fueron tratados con plasma en los primeros tres días desde que comenzaron a sentir síntomas, solamente uno empeoró significativamente. La cifra se triplicó en los voluntarios que recibieron el placebo.
Es el primer trabajo a nivel mundial que estudia el tratamiento con metodología de doble ciego randomizado y los resultados son alentadores.
Según el propio Polack, «transforma al coronavirus en un catarro», aunque aclaró que funciona principalmente si el donante tiene suficientes anticuerpos y es aplicado en pacientes leves, no graves.
Cómo nació el proyecto
Este proyecto, uno de los estudios más importantes en América Latina para el tratamiento eficaz de la Covid-19, trabajó y monitoreó la evolución de 210 casos en su fase inicial. Luego fueron 500 casos. En 14 hospitales de la Provincia y de la Ciudad de Buenos Aires ¿Cómo nació? Bajo la idea de que el plasma en la sangre de una persona recuperada de Covid-19 podía curar a una de riesgo si se le transfundía apenas presentara los primeros síntomas. O, al menos, convertir al virus en un catarro.
«El proyecto busca disminuir a más o menos la mitad los casos de personas mayores que tienen enfermedad severa por coronavirus. El objetivo es ver si el plasma puede más temprano que tarde reducir el coronavirus a un catarro viral. Tenemos fundamentos biológicos concretos para imaginar que esto merece ser testeado. Pero no sabemos con certeza si va a funcionar”, había dicho Polack en mayo a Clarín.
Polack también había equiparado el plasma con una vacuna, pero eran tiempos en los que ninguna se estaba inyectando en personas. Hoy, la de Sinopharm, la de Pfizer y la de Janssen se prueban en voluntarios y voluntarias de nuestro país, y el Gobierno avanza con la compra de las de AstraZeneca y la Sputnik V.
“Hasta que no haya una vacuna para generar defensas en el cuerpo contra el coronavirus, tenemos que buscar una estrategia para tomar prestadas las defensas de otro lado. La primera idea que tuvo la medicina hace mas de cien años fue tomar la defensas de gente que había tenido una enfermedad y por lo tanto su sistema inmune ya la conocía. Por ese motivo esas personas suelen tener anticuerpos circulando en la sangre que les permiten defenderse de un nuevo ataque del mismo virus”, decía el director de la investigación que ahora arrojó sus resultados finales.
Del ensayo formaron parte el Hospital Italiano Central, el Hospital Italiano de San Justo, el Hospital Universitario Austral, el Hospital Ramos Mejía, el Sanatorio de la Trinidad, la Clínica Zabala, el Sanatorio Agote, la Clínica Santa Isabel, el Hospital Británico de Rosario, el Hospital Privado de Córdoba, el Hospital Privado de la Comunidad de Mar del Plata y el Hospital Zonal Ramón Carrillo de Bariloche.
Los investigadores resaltaron que los resultados obtenidos marcan “un hito en las estrategias terapéuticas” para coronavirus, ya que hasta el momento de su publicación no había datos fehacientes sobre su eficacia.