A. Fernández y su reunión con Cristina sobre el rearmado del gabinete
«Ya está casi definido», dijo el presidente electo tras encontrarse con su compañera de fórmula después de 20 días.
«(El Gabinete) ya está básicamente definido» fue la frase más resonante que dejó Alberto Fernández al salir de la reunión que tuvo con Cristina Fernández y Máximo Kirchner en el departamento de Recoleta. «Hacía dos semanas que no la veía y aprovechamos para charlar de todo: básicamente cuestiones personales, viendo cómo está el país y algunos comentarios pero que no son trascendentes», reveló el presidente electo.
Alberto Fernández llegó al encuentro apurando la letra chica de los funcionarios que lo acompañarán desde el 10 de diciembre. Lacró, para cada casillero, un nombre pero flotaban, en zona gris, áreas clave como Economía y Seguridad. En los últimos días, el ex jefe de Gabinete amontonó charlas con gobernadores, sindicalistas y dirigentes.
Y el feriado del lunes lo aprovechó para visitar a su «amiga», donde también estuvo Máximo Kirchner, hijo de la vicepresidenta electa y jugador de peso en el Frente de Todos. El dirigente se perfila para presidir el interbloque de diputados.
La cita inició hacia las 18.30 y continuó hasta pasadas a las 21. Fernández estuvo el fin de semana largo alojado en la quinta de un amigo personal a 150 kilómetros de Capital. Aunque hablan a diario -incluso varias veces-, el último cara a cara fue el jueves 30 de octubre, cuando los Fernández cenaron en Recoleta. Al dia siguiente, Cristina voló a La Habana a acompañar a su hija, que permanece internada por un tratamiento médico desde marzo.
Entre los temas que tocaron sobre el armado del gabinete, Fernández prefiere un superministerio de Economía que incluya, como secretarías, Producción y Agro, pero no ordenó, todavía, las piezas. Otro ítem en stand by es Obras Públicas: no se sabe si incluye o no Transporte.
En el TEG panperonista, Fernández asume que Cristina fijará la dinámica del Senado, donde además de presidir, designará a quien ocupe la presidencia provisional -sería Anabel Fernández Sagasti- y las secretarías. Días atrás, en una reunión con legisladores porteños, Fernández pidió sellar la unidad legislativa, pero en el Senado no es fácil. Dependerá de la muñeca –y la voluntad- de la ex mandataria, que aún mantiene distancia con el PJ del interior.
Máximo Kirchner sería el elegido para presidir el bloque K en Diputados, idea que empuja Sergio Massa y que allanó, el martes, Fernández cuando invitó a tomar un café a Agustín Rossi. El actual titular de la bancada FpV-PJ es visto como futuro ministro de Defensa, un área que adquirió relevancia con el golpe de Estado en Bolivia, tras el ultimátum de las Fuerzas Armadas.
No es un puesto menor luego de la crisis social y política que atraviesa la región tras el golpe boliviano, el rol en Chile y Ecuador, el juego político con Jair Bolsonaro en Brasil y la incursión electoral en Uruguay.
Con Massa como jefe de la Cámara y Máximo diputado, dos figuras de vínculo sólido y fluido con Alberto, no sería una butaca cómoda presidir el bloque. Máximo parece dispuesto a dejar atrás el secretismo y el ropaje de monje que administra poder desde las sombras. Massa, con quien Kirchner opera en tándem, lo auspicia.
Eduardo «Wado» De Pedro en Interior y Rossi en Defensa -el santafesino es peronista K pero no camporista- asoman como las expresiones de más peso, más allá de lugares menos duros como Cultura. O del PAMI, donde aparece Luana Volnovich.
Con información de Clarín