¿De Vido piensa en renunciar?
Acorralado por la batería de causas judiciales que afronta desde que el kirchnerismo dejó el poder en 2015, y su distante relación con la ex presidenta, el ex ministro de Planificación Julio De Vido analiza seriamente la posibilidad de renunciar a su banca de diputado nacional, según revelaron sus allegados.
Los motivos principales de su recaída la encabeza la reciente detención de su ex mano derecha, Roberto Baratta. A diferencia de lo que sintió cuando otros ex funcionarios suyos, como José López o Ricardo Jaime, quedaron presos, el arresto de Baratta fue un gran golpe para De Vido.
Es que el diputado enfrentará desde el martes un proceso de desafuero de la Cámara, que podría concluir al día siguiente si es que el oficialismo logra conseguir los dos tercios necesarios para su expulsión. De ser así, las fuerzas podrían efectuar de inmediato la orden de detención que libró el juez Luis Rodríguez por la causa que investiga negociados en Yacimientos Carboníferos Río Turbio.
En caso de que De Vido dimita a su banca, habrá quedado a salvo de los debates en Diputados, aunque no podría librarse de los pedidos de arresto que firmó la Justicia. Si decidiera aspirar a un milagro en el Congreso, muchos de los que hace dos meses lo salvaron del desafuero, ahora le darían la espalda. En simples palabras, se encuentra estático y no tiene más casilleros para esquivar a la Justicia.
Ambos son acusados por irregularidades en las contrataciones de buques con gas natural licuado por los que se llegaron a pagar 15 mil millones de dólares con un desvío de fondos por más de USD 6.900 millones entre los años años 2008 y 2015.
