Lo que hay que saber de los aumentos que se vienen
Para no provocar una reacción negativa en época electoral, el Gobierno decidió estirar los incrementos en servicios públicos y combustibles, aunque la cuerda ya está por acabarse. Es que por la quita de subsidios, el ajustes de tarifas «congeladas» que debían aplicarse durante el año y otros aumentos programados, el bolsillo sufrirá otro golpe después del 22 de octubre en el gas, la luz y naftas.
Así lo confirmó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, al asegurar que las subas estaban previstas por una audiencia pública que se celebró el año pasado. «Se estableció un cronograma tarifario que incluye un camino gradual de modificación en los boletas, pero eso ya fue anunciado y avisado hace tiempo. No hay sorpresa. Lo del tarifazo es una percepción subjetiva«, aseveró el funcionario en diálogo con radio La Red.
A tener en cuenta:
Gas
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, convocará a una audiencia pública para mediados de noviembre (en la semana del 13 al 17), para anunciar otro incremento para transportistas y distribuidoras del producto así como la suba por precios mayoristas del período abril-noviembre. Proyectan que el alza total alcance un 40% en las boletas.
Luz
En febrero pasado se dictaminó dos aumentos para los hogares en la Ciudad y el conurbano bonaerense. De esta manera, los casi 5 millones de clientes de Edenor y Edesur deberán abonar la nueva tarifa a partir de noviembre, mientras que otro ajuste quedará pendiente para febrero del año que viene.
Además del quite de subsidios, las distribuidoras ya cuentan con el permiso especial para mejorar sus márgenes de ganancias con una actualización que se publica cada seis meses y que ahora coincidirá con el aumento de noviembre. «El valor final de la factura tendrá un alza de entre 40 y 110%”, precisó el titular de la Asociación de Defensa de los Derechos de Usuarios y Consumidores, Osvaldo Bassano.
Combustibles
Semanas atrás, el Ministerio de Energía le comunicó a todos los sectores del mercado de hidrocarburos que en función de la dinámica de las cotizaciones externas, se decidió liberar el precio de los combustibles que “estaba previsto para el transcurso del 2017″.
Desde ese momento, las petroleras quedaron habilitadas para subir el precio de venta para el consumo del mercado automotor a partir de octubre. Sin embargo, las compañías habrían acordado “posponer” la medida para evitar otro sabor amargo antes de los comicios. Los nuevos precios llegarían recién en noviembre y rondarían “entre el 8% y el 10%”.