El hervidero del PJ

Después de la aparición pública de Cristina, mostrándose como quien se ofrece a ser candidata si eso fuera la única opción, todas las miradas giraron rápidamente a Florencio Randazzo. ¿Qué hará el ex ministro del interior del kirchnerismo? ¿Qué significa para él y hasta dónde está dispuesto a ceder por la «unidad» que pide Cristina?

«No estamos en contra de la unidad del peronismo. Creemos que esa unidad se construye con la legitimidad que da la voluntad popular, es decir en las PASO. Unidad de cara a la gente, no entre cuatro paredes», reveló un asesor del ex ministro.

A las PASO pueden ir todos. Todos aquellos que cuenten con los avales necesarios. Los avales son las firmas que respaldan las candidaturas ante la justicia. Para eso desde el PJ, los que quieren ir a la interna con «el flaco» salen los fines de semana a poner mesas en distintos municipios para sumar avales. Estos se dividen en 2 categorías, los de los afiliados al PJ y los del ciudadano común. Los «randazzistas» consideran que tienen todo lo necesario para presentarse, y que no hay quien los frene en la interna. Le guste a Cristina o no.

Desde el entorno de Randazzo creen que los actos de la ex mandataria son estrategia política pura y estiman que los K van a seguir presionando hasta conseguir su objetivo. «Tratan de chicanear piden que la sigan porque ella tiene los votos», señaló la misma fuente a este portal. En ese marco, las mediciones en provincia de Buenos Aires la señalan como la más votada alcanzando 30 puntos (sin medir a Randazzo) delante de Sergio Massa y Esteban Bullrich. Sin embargo, CFK sabe que no le alcanza para ganar una elección general y no se arriesgaría a perder luego de haber sacado el 54% de los votos alguna vez. Por el lado de su ex funcionario, hoy las  encuestas le dan 10 puntos sin haber salido aún a mostrarse en campaña.

Hasta el momento, Randazzo cuenta con un gran respaldo de intendentes, encabezados por Gabriel Katopodis (San Martín), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Eduardo «Bali» Bucca (Bolívar), a la cabeza. También se sumaron a su tropa los gremios del transporte, sobre todo los ferroviarios, la UOM y el Smata, los taxistas de Viviani y el gremio de la Sanidad entre otros. También organizaciones sociales como el Movimiento Evita, de Fernando «el Chino» Navarro.

El tiempo ahora es el de contar figuritas. Todo puede pasar, inclusive un encuentro entre Cristina y Randazzo. Al momento hay 2 cosas claras: por un lado la ex presidente no quiere rebajarse a una interna con quien fue su Ministro y a quien descartó cuando tuvo que elegir a su propio candidato a sucederla. Por el otro, el flaco no está dispuesto a bajarse. Quiere jugar y que la gente decida. En las PASO uno saca la mayoría y decide primero en la lista, el que sigue se queda con el lugar de la minoría. Lo que se juega en estos días es la pulseada. Se miden fuerzas. Se cuentan votos. Todo vale. Estrategia pura. Todavía falta.