Causa Vialidad: Luciani calificó al pedido de recusación como un acto «de mala fe y temerario»

Published On 12/08/2022

Desde la defensa aseguran que esto «ha herido de muerte la credibilidad del juicio», y adelantaron que solicitarán la suspensión de los alegatos «hasta tanto se resuelvan los planteos de recusación».


La sexta audiencia de alegatos por la causa Vialidad en la que se trata un presunto caso de asociación ilícita entre Cristina Kirchner y Lázaro Báez en obras públicas tuvo un condimento extra, y es que en la previa el abogado defensor Carlos Beraldi pidió por la recusación del juez Jorge Gorini por mantener encuentros con Patricia Bullrich, sumándose al antecedente en torno a las acusaciones contra Luciani.

«Es necesario explicar que la recusación es un procedimiento que prevé la ley, para garantizar que quienes son parte de un proceso cumplan con lo exigido, para el fiscal la objetividad y para el juez la imparcialidad», aseguró Beraldi.

Puntualizando sobre la solicitud de remover a Luciani de la causa por las imágenes junto a Mauricio Macri, dijo: «En ese partido de fútbol que se hizo en la quinta del ex presidente Mauricio Macri, habla de una relación seguramente de amistad, proximidad y debió haber sido informada a las partes. Quiero hacer referencia a que la amistad que da cuenta es enunciativa, porque busca preservar las garantías del proceso».

«No va cualquier persona, estos eventos se dan en un contexto muy particular que es imprescindible analizar porque tiene que ver con lo que Mauricio Macri realizó sobre la justicia y eso obliga a no tener contacto con ningún funcionario. Nunca vimos hechos de tanta gravedad», continuó.

Además, sentenció que «todo esto ha herido de muerte la credibilidad de este juicio», y que «todo lo que se resuelva sólo aumentará la desconfianza que la mayoría de la ciudadanía tiene sobre el poder judicial y que esto se resuelva de una manera que permita a los argentinos vivir en paz y que podamos tener una justicia independiente como la que soñamos cuando recuperamos la democracia«.

El abogado también solicitó un tribunal independiente y advirtió que en caso de ser necesario se echará mano a planos internacionales.

Siguiendo por la misma línea también se expreso el abogado de BáezJuan Villanueva«Quiero dejar constancia que este trámite no es la investigación sobre la comisión de un delito y nada tiene que ver con la honorabilidad de los recusados. Acá hay hechos subjetivos que prueban que hay razones para temer que tienen comprometidos sus deberes de imparcialidad y objetividad»

Luego, siguió: «En este caso el deber de objetividad y la imparcialidad se encuentran comprometidos a los ojos de esta parte y de gran parte de la ciudadanía argentina».

«Estos partidos de fútbol resultan cuestionables porque estos mismos jueces y fiscales deben investigar y juzgar a ese poder político y en este caso, a sus principales adversarios políticos», soltó.

Siguiendo a su par a cargo de la defensa de la vicepresidenta, pidió por la suspensión de la audiencia «hasta tanto se resuelvan los planteos de recusación».

En el marco de todo esto es que Luciani salió a responder durante la sesión, en primera instancia haciendo referencia a la denuncia de una amistad con el juez Rodrigo Giménez Uriburu: «Las causales de recusación son taxativas y acá no se cumplen ninguna de ellas, las partes interesadas de las que se habla en el Código Procesal establece como causales de recusación si el juez tuviere amistad íntima, o enemistad manifiesta con alguno de los ‘interesados’. Se entiende como ‘Interesados’ el imputado, el ofendido o damnificado y el civilmente demandado, aunque estos últimos no se constituyan en parte. No incluye ni al representante del Ministerio Público Fiscal ni los abogados defensores ni patrocinantes».

“El motivo de recusación es tan ilógico que cuesta contestarlo porque no resiste análisis porque a nadie se le puede ocurrir que la objetividad está en juego porque se comparte un partido de fútbol, una cátedra, un coro, una actividad social, y tantos ejemplos”, explicó.

Por último, consideró que «el planteo de la defensa es de mala fe y absolutamente temerario», además de asegurar que  «desde que empezaron los alegatos buscaron desacreditarnos».