Para Cristina Kirchner, “el freno a la economía y la incertidumbre generalizada son agobiantes»
«El problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos”, aseguró la vicepresidenta en un extenso texto publicado en su página oficial.
La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, se refirió este lunes a la situación económica actual a través de una extensa carta publicada en redes sociales en la que recordó a Nestor Kirchner por el 10° aniversario de su muerte, y aseguró que el freno de la economía es «agobiante».
“El freno a la economía y la incertidumbre generalizada sobre que va a pasar con nuestra vida son agobiantes (…) el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos”, aseguró la ex mandataria en redes sociales durante un escrito titulado “A diez años sin él y a uno del triunfo electoral: sentimientos y certezas”, en relación al aniversario de la muerte del expresidente Nestor Kirchner.
Las certezas a las que hace referencia la presidenta del Senado son tres. La primera de ellas, relacionada a las críticas de los poderes “económicos y mediáticos” al gobierno de Alberto Fernández y a su última gestión presidencial, donde según dice, gran parte de la sociedad cuestionó sus “formas” y su falta de diálogo.
En ella, concluyó que «resulta inocultable que, en realidad, el problema nunca fueron las formas”, haciendo referencia a las críticas que sufrió en sus dos gestiones y que se repiten actualmente. “En realidad, lo que no aceptan es que el peronismo volvió al gobierno y que la apuesta política y mediática de un gobierno de empresarios con Mauricio Macri a la cabeza, fracasó”, lanzó CFK previo a remarcar la asunción presidencial de Alberto Fernández y cómo «la experiencia macrista en el gobierno y la relación de fuerzas que surgió en el peronismo luego de las elecciones parlamentarias» impuso al kirchnerismo «la responsabilidad histórica de generar las condiciones para que el 10 de diciembre de 2019 alumbrara un nuevo Gobierno».
«Segunda certeza: en la Argentina el que decide es el Presidente. Puede gustarte o no lo que decida, pero el que decide es él. Que nadie te quiera convencer de lo contrario. Si alguien intentara hacerlo, preguntale que intereses lo o la mueven», detalló tras criticar el concepto de «presidente títere» dirigido a Fernández y aclarar que pese a los calificativos de «rencorosa» y «vengativa», «a nosotros nunca nos movió el rencor ni la venganza».
«Eso de que “sólo quiere solucionar sus problemas judiciales” (SIC), a esta altura ya resulta inaceptable. Lo único que queremos es el correcto funcionamiento de las instituciones y que se garantice la aplicación de la Constitución Nacional y la ley a todos y todas por igual, sin doble vara ni privilegios», completó.
La tercera y última se refiere a una de las problemáticas más importantes que tiene, desde hace años, el país: el dólar. “Hoy, luego del derrumbe macrista y en plena pandemia, y pese a no tener obligaciones de pago en moneda extranjera en lo inmediato gracias a la reestructuración de deuda llevada a cabo por el Gobierno, con superávit comercial y mayor nivel de reservas en el BCRA que cuando terminó mi gestión, continuamos con la restricción externa de esa moneda -o faltan dólares o hay demasiada demanda- a la que se suma una más que evidente extorsión devaluatoria“, analizó Cristina.
«La Argentina es ese extraño lugar en donde mueren todas las teorías. Por eso, el problema de la economía bimonetaria que es, sin dudas, el más grave que tiene nuestro país, es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina. Nos guste o no nos guste, esa es la realidad y con ella se puede hacer cualquier cosa menos ignorarla», consideró.
En ese sentido, justificó la aplicación del cepo durante su mandato presidencial justificada en «la restricción externa que apareció luego de haber soportado 6 corridas cambiarias», responsabilizó a Macri por lo que calificó como «una gestión de gobierno conducida por empresarios que receptó en sus políticas públicas todas y cada una de las demandas de los distintos factores de poder económico de la Argentina, incluído su alineamiento acrítico en materia de política exterior», y aseguró respecto a la «economía monetaria» que aplica en la Argentina:
«El problema de la economía bimonetaria no es ideológico. No es de izquierda ni de derecha. Ni siquiera del centro (…) tampoco es una cuestión de clase: los dólares los compran tanto trabajadores para ahorrar o para hacer una diferencia que mejore el salario, como empresarios para pagar las importaciones necesarias para hacer funcionar su empresa, para ahorrar y también, bueno es decirlo, para fugar formando activos financieros en el exterior, siendo esta última actitud una de las que más han contribuído a las crisis cíclicas de la Argentina; Y tampoco es producto de las experiencias hiperinflacionarias de la Argentina».