Gestos de desconfianza: en el Gobierno afirman que «no hubo avances en la transición»

Published On 19/11/2019

Al menos esa fue la respuesta desde la Casa Rosada. No hubo avances desde la foto que Macri y Fernández se tomaron el 28 de octubre.


Con una frase tajante, el Gobierno saliente dejó en claro que el proceso de transición pasó a ser papel mojado: “Nada por ahora”. Las palabras salieron de la boca de Mauricio Macri cuando los periodistas acreditados en Casa Rosada le preguntaron por las conversaciones entre su administración y el equipo de Alberto Fernández, que comenzará a gestionar desde el próximo 10 de diciembre.

Minutos después de la reunión de gabinete, dos ministros reconocieron que la relación está virtualmente congelada y que ya no hay contactos oficiales cuando apenas restan 21 días para el cambio de mando.

“La transición se da si hay posibilidad de compatibilizar y de transmitir experiencias, si no, no hay transición (.) y bueno, si no se da dejaremos los papeles arriba de la mesa”, indicó el titular de Defensa, Oscar Aguad.

Su par de Justicia Germán Garavano, definió como “ejemplar” el inicio de la transición, en el que incluyó “el muy buen discurso de Macri en el día de la derrota electoral” y el diálogo que se observó el primer día después de los comicios. Sin embargo precisó que “hasta el día de hoy”, y a pesar de “charlas informales”, no se definieron las personas que van a llevar adelante esta transición.

En ese mismo sentido, Aguad insistió que “lo normal” es que “el Gobierno que se va le transmita al que viene lo que queda pendiente y lo que se hizo más allá de que haya un cambio de rumbo”. “Por alguna razón que se desconoce la transición no continuó“, opinó.

Fuentes del oficialismo también deslizaron que hay desconfianza por la “colaboración” del kirchnerismo hacia la gestión actual. El propio Fernández dejó trascender, en los últimos días, que cree que no será “necesaria” la transición, ya que -sostienen a su lado- la mayoría de la documentación está disponible vía web, por lo que el rol de los cuatro negociadores que designara en su momento (Eduardo de Pedro, Vilma Ibarra, Gustavo Béliz y Santiago Cafiero) quedó prácticamente sin sentido.