El precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel Kicilof lanzó una dura acusación contra el equipo de campaña de María Eugenia Vidal al afirmar que “no hay predisposición al debate” por parte de la actual mandataria.
Desde La Plata no tardó en llegar la respuesta y avisaron que la funcionaria no vería con malos ojos un debate con el ex ministro de Economía, aunque recién se organizaría para después de las PASO del 11 de agosto. “Quiere hacer una campaña sin hablar del desastre que hizo. El gobierno intenta asociarme con cualquier cosa con tal de ensuciarme, no tienen nada bueno para mostrar por eso atacan”, sostuvo el aspirante K en el comienzo de esta semana entrevistado en la radio Futurock.
En respuesta a sus dichos, el gobierno bonaerense analizan avanzar con un eventual debate con el ex ministro que hoy figura liderando la mayoría de las encuestas sobre intención de voto. Si bien está todo en estado embrionario, si se termina dando sería después de las primarias y antes de las elecciones generales de 27 de octubre.
Está claro que el debate ideal para el oficialismo provincial sería solamente entre Vidal y Kicillof, lo que serviría -según evalúan en el vidalismo- para recortar la ventaja que sacará en las PASO el postulante K, que hoy ronda los 5 puntos porcentuales.
Si se oficializa una fecha, la gobernadora buscaría profundizar la estrategia de concentrar la discusión en torno al rechazo que genera en una parte de la sociedad a cualquier dirigente sospechado de kirchnerista.