Aprobaron la ley “AntiUber”: se multará a los choferes con hasta $200.000

Published On 08/11/2018

Con una imponente marcha de taxistas en la puerta de la Legislatura de la Ciudad y trabajadores identificados con chalecos negros y amarillos observando la sesión dentro del recinto, el parlamento porteño dio luz verde a la reforma del Código de Tránsito y el Régimen de Faltas que endurece las penas contra los transportes de pasajeros que funcionen en forma irregular, como el caso de la aplicación UBER.

Además, se aplicarán sanciones mayores contra los micros escolares que trasladen piqueteros sin la habilitación correspondiente.

El proyecto de la diputada oficialista Cristina García (Vamos Juntos) fue aprobado con 37 votos positivos, 11 negativos y 9 abstenciones. Contó con el apoyo de Vamos Juntos, el Bloque Peronista y el GEN. El kirchnerismo, que había firmado el dictamen de comisión, cambió su postura y terminó por abstenerse.

La nueva ley permitirá la retención de las licencias de conducir cuando se brinde un servicio “sin permiso”. Por otro lado, se establecieron importantes multas (10 mil unidades fijas, unos $200 mil) e inhabilitaciones (cinco días) para el “titular o responsable de un vehículo que transporte pasajeros y que lo explote sin la autorización y/o habilitación para prestar el servicio establecida por la normativa vigente”. Y debido a la “gravedad de esta conducta”, la falta de habilitación se incluirá entre las sanciones que descuentan puntos (10) en el Sistema de Evaluación Permanente de Conductores.

Otros de los puntos de la reforma sostiene que cuando el conductor o el vehículo no tuvieran habilitación para el transporte que estén realizando –como los micros escolares cuando trasladan manifestantes o piqueteros– podrían recibir duras penas y hasta perder la licencia.

En cuanto a las motos, se retendrá el vehículo y la licencia por circular en contramano o por la vereda, al igual que si se lleva un acompañante alcoholizado o menor de 16 años.

Culminada la sesión, los taxistas festejaron a los gritos. “Olé, Olé, Olá, ohh, soy tachero, es un sentimiento, no puedo parar”, cantaron mientras se retiraban del recinto.