Algunas versiones indicaban que la gobernadora María Eugenia Vidal no estaba totalmente convencida del nuevo reglamento que instaló el Ministerio de Seguridad sobre el uso de armas por parte de los agentes federales. Y en las últimas horas, la mandataria terminó de ratificar su rechazo al instruir a dos funcionarios de su administración para que salgan a cuestionar la iniciativa de la ministra Patricia Bullrich.
Quien sí se expresó en contra del protocolo por orden de Vidal, fue el secretario de Derechos Humanos de la provincia Santiago Cantón. Sostuvo que “en momentos en que hay una polarización social y donde los valores tradicionales retrocedieron ante la aparición de la xenofobia y el antisemitismo, los líderes políticos deberían ser receptivos de los principios éticos y no dejarse llevar por las encuestas”.
Además indicó que “el protocolo para las fuerzas de seguridad federales no respeta los principios esgrimidos desde Naciones Unidas, por lo que el uso de las armas de fuego queda diluido y resulta ser vago por lo que genera un peligroso antecedente para la ciudadanía”. “Da la impresión de que el protocolo planteado por la Nación es un riesgo para todos y se acerca más a lo que dicen las encuestas de opinión sobre la mano dura que a los principios éticos que deben guiar a una sociedad”.
Según trascendió, Cantón elaboró un documento que le acercó a la propia Vidal este jueves donde cuestionó cada uno de los puntos establecidos en el reglamento y aconsejó no seguir el mismo camino.
El ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, fue el otro funcionario que también salió a embestir la decisión de la Casa Rosada. “Desde el gobierno bonaerense consideramos que el policía tiene que tener todas las herramientas para hacer cumplir la ley, pero no todas las policías son iguales. En este caso el gobierno nacional considera que debía unificar el criterio de acción de las fuerzas federales y por ello instrumenta este nuevo reglamento para el empleo de armas de fuego”, sentenció.