Un juez cercano al kirchnerismo, a cargo de la justicia electoral bonaerense

Publicado el 04/02/2021

El Senado aprobó el pliego de Alejo Ramos Padilla como nuevo titular del juzgado federal número 1 de La Plata que tiene a su cargo la competencia electoral del distrito que más votos aporta a las elecciones.


La relación del kirchnerismo con la Justicia y sus vericuetos podría definirse como una obsesión, que se traduce en un constante movimiento tendiente a ocupar casilleros vacíos. En ese contexto, la última jugada puede traerle beneficios concretos: el Senado aprobó este jueves el pliego de Alejo Ramos Padilla como nuevo titular del juzgado federal número 1 de La Plata. Se trata, nada menos, que del tribunal que tiene a su cargo la competencia electoral de la provincia de Buenos Aires, el distrito que más votos aporta a las elecciones.

La Cámara de Diputados renovará este año la mitad de sus integrantes y Ramos Padilla tendrá a su cargo el operativo electoral y cualquier conflicto que se presente.

La designación de Ramos Padilla fue aprobada solo con los votos del Frente de Todos. El resultado de 41 votos a favor y 26 en contra no se mostró en el tablero donde únicamente se indicaron los 66 votos a favor del resto de los pliegos en tratamiento. Así, según recuerda Infobae, el juzgado federal 1 de La Plata volverá a tener un juez titular después de seis años y medio. Es que en septiembre de 2014 falleció Manuel Blanco, su titular desde 1984.

El bloque de Juntos por el Cambio y la senadora neuquina Lucila Crexell votaron en contra el pliego de Ramos Padilla, pero casi todos votaron a favor los otros 14 magistrados propuestos.

El debate por los 15 pliegos de aspirantes a jueces y defensores tratados este jueves solo contó con cuatro oradores, uno por cada bloque. Para Anabel Fernández Sagasti, presidenta de la comisión de Acuerdos, los aspirantes “fueron muy solventes”, justificando así los dictámenes favorables.

En cambio, el salteño Juan Carlos Romero habló de “un plan bien objetado para acomodar la Justicia para la búsqueda de la impunidad. Le agregan un condimento más: elegir un juez militante como es Alejo Ramos Padilla en un juzgado tan importante como el electoral en la provincia de Buenos Aires”. Y agregó que “va a ser muy divertido seguir las alternativas de este juez que pueda ser designado en el proceso electoral de este año”.

El salteño citó que Ramos Padilla tuvo ocho denuncias en el Consejo de la Magistratura “de las cuales ya fueron cerradas muchas de ellas y tres están aún en trámite”. Antes de anticipar su voto en contra indicó que “parece que tiene capacidad porque le va bien en los concursos pero no tiene idoneidad”. Para el resto de los pliegos adelantó su abstención, excepto en el caso de la designación de un juez para Orán, en su provincia, que votaría a favor.

Jorge Taiana, senador por Buenos Aires, salió en defensa de Ramos Padilla. Primero señaló que fue víctima “de una campaña mediática y política de descalificación que tiene pocos antecedentes, se menciona su afiliación política pero no se ha recordado que la afiliación partidaria que tuvo antes de iniciar en la justicia fue en la Unión Cívica Radical”. Indicó también que fue “el mejor calificado en el concurso que realizó el Consejo de la Magistratura durante el gobierno anterior: tuvo el mejor puntaje 94 y 95 puntos”.

Ramos Padilla viene de ser juez federal de Dolores -fue nombrado en 2011- donde tuvo causas de alto impacto. Frenó en diciembre de 2015 los decretos por los cuales el entonces presidente Mauricio Macri designó como jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti; en mayo de 2018 suspendió los aumentos de tarifas de gas en todo el país y en el verano de 2019 comenzó a tramitar una de las causas más importantes: el espionaje ilegal del falso abogado Marcelo D’Alessio.

De 45 años y abogado querellante en causas de derechos humanos antes de ser juez, Ramos Padilla tramitó ese expediente que para muchos fue visto como la respuesta del kirchnerismo a la causa de los cuadernos de la corrupción, en la que está procesada la vicepresidenta Cristina Kirchner. A Ramos Padilla le tocó investigar a D’Alessio, descubrió una red de espionaje ilegal y procesó y detuvo al falso abogado.

Ramos Padilla comenzó a trabajar en la justicia federal de Comodoro Py a los 18 años mientras estudiaba abogacía en la Universidad de Buenos Aires. Luego pasó a desempeñarse como abogado. Fue el querellante de la fallecida ex presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo Isabel “Chicha” Mariani en el juicio al genocida Miguel Etchecolatz, ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense durante la última dictadura militar. También representó al fallecido diputado Alfredo Bravo.

Es de familia judicial. Su padre es Juan María Ramos Padilla, juez de un tribunal oral. Alejo Ramos Padilla integra “Justicia Legítima”, una asociación judicial cercana a las posturas del kirchnerismo en sus reformas para el Poder Judicial. En su página web Ramos Padilla figura como vocal suplente.