Se quebró el grupo Esmeralda

Publicado el 03/05/2017

La política es el arte de lo posible. Todo va, viene, y las fichas pueden giran en un sentido y en otro al poco tiempo. El Grupo Esmeralda no es la excepción. Así se había dado en llamar un grupo de jefes comunales peronistas del conurbano bonaerense. Nacieron sobre el final de la gestión K y la llegada del macrismo al Poder Ejecutivo y buscaron hacer un peronismo sin kirchnerismo. Algunos, inclusive, como Martín Insaurralde, habían sido directamente expulsados en forma tácita y explícita en los hechos del movimiento camporista.

Entre los intendentes se encontraban, como nombramos el de Lomas de Zamora, el de Esteban Etcheverría: Fernando Grey, el de San Martín: Gabriel Katopodis, el de Hurlingham: Juanchi Zabaleta; Juan Pablo de Jesús: intendente del Partido de la Costa, Mariano Cascallares de la Municipalidad de Almirante Brown y el intendente de Bolívar Eduardo Bali Buca. Hace un tiempo que esperan la definición de Florencio Randazzo. El ex ministro del Interior y Transporte del Gobierno de Cristina está convencido de que este año «jugar electoralmente es una gran oportunidad de renovar la confianza». En su momento, «el Flaco» (como lo llaman los jefes comunales q lo lanzan a la carrera) capitalizó el desplante de Cristina y la mala elección que hizo el ex gobernador Daniel Scioli.

De todos modos, decíamos que nada es definitivo en política. El hombre que en su momento fue elegido como un delfín K, para luego ser prácticamente expulsado por su resultado electoral, Martín Insaurralde, ayer participó de una cena en la que la estrella invitada volvió a ser Cristina Fernández de Kirchner. El evento se realizó a puertas cerradas, con Máximo como su principal organizador, el jefe del PJ Fernando Espinoza, y los intendentes Martín Insaurralde, Verónica Magario, Jorge Ferraresi, Leo Nardini, Ariel Sujarchuk, Mario Secco, Juan Ustarroz, Paco Durañona y Walter Festa.

Alli Cristina evitó referirse a su futuro político. Criticó duramente a Mauricio Macri y su plan económico. Más de lo mismo.

La novedad, estuvo en torno a las presencias en ese lugar: Ni Wado de Pedro ni Andrés Larroque eran mirados con asombro. Pero si, Insaurralde que además llevaba el apoyo de Cascallares, Grey y De Jesús. Volvieron al lugar del que habían partido pensando en la necesidad de la renovación dentro del peronismo.

Del otro lado del río quedan Zabaleta, Katopodis y Bali Buca. Ellos están convencidos de que Randazzo debe jugar el partido electoral de este año. De lo contrario, aseguran: «seguir con lo mismo, es no salir más de la crisis».