Se profundiza la grieta en el oficialismo por la condena a Venezuela
Dirigentes cercanos al oficialismo mostraron su malestar por el aval de la Argentina a la decisión de la ONU que insta a Nicolás Maduro a llamara a elecciones libres, tras cuestionar la situación de los derechos humanos que se vive en Venezuela.
Un nuevo capítulo de tensión se vivió en las últimas horas en el oficialismo, luego de que tras las declaraciones del embajador argentino ante la OEA Carlos Raimundi respecto a que Venezuela «ha sufrido un fuerte asedio internacional” y que “hay una apreciación sesgada desde el punto de vista político de lo que son las violaciones a los derechos humanos”, nuestro país exigiera en la ONU que el Gobierno de Nicolás Maduro atienda las denuncias por violaciones a los derechos humanos.
El pasado martes la Argentina, junto a otros países del mundo, votó en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas una declaración que alerta sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela y que exige además libres elecciones en el país.
Conocida la noticia, varios grupos y dirigentes ligados al kirchnerismo cuestionaron las directivas de política exterior del Gobierno de Alberto Fernández.
Uno de los primeros en manifestarse en ese sentido fue Mario Secco, presidente del Frente Grande nacional, quien en diálogo con Infobae consideró que «habría que preguntarle al canciller Solá por qué decidimos intervenir en las políticas internas de otros países en una decisión que se contradice con nuestra historia política y dejamos la puerta abierta para que Estados Unidos invada a Venezuela”.
Por otro lado y en declaraciones radiales, el referente en política exterior del Instituto Patria, Eduardo Sigal, aseguró que “lo mejor hubiese sido abstenerse en la ONU porque este tipo de declaraciones ponen en peligro una posible invasión en Venezuela que no compartimos”, en referencia a posibles injerencias de los Estados Unidos y otros aliados del gigante norteamericano en la política del país gobernado por Nicolás Maduro.
Además, un capítulo importante de esta historia se vivió el pasado martes, cuando la ex embajadora en Venezuela, Alicia Castro, renunciara a la postulación para dirigir la embajada argentina en Rusia tras publicar un duro tuit contra la decisión del Gobierno.
“Argentina votó la Resolución del Grupo de Lima, condenando a Venezuela, con Bolsonaro, Duque, Piñera, Viscarra, en cuyos países se violan flagrantemente los Derechos Humanos. México votó con Venezuela. Un lamentable giro en nuestra política exterior”, expresó.
Poco después esa publicación fue retuiteada por el líder piquetero Luís D’elía, quien además se preguntó: “¿Cuál de estos presidentes del Grupo Lima es el peor por las gravísimas violaciones a los derechos humanos que se registran en sus países?” tras poner como ejemplos a los gobiernos de Sebatián Piñera (Chile), Iván Duque (Colombia), Martín Vizcarra (Perú) y Jair Bolsonaro (Brasil).
En adición, desde la cárcel D’elía había anticipado que Alberto Fernández llamaría a Nicolás Maduro este miércoles para explicarle los motivos del voto argentino, pero horas más tarde, y ante la ola de críticas recibidas por esa decisión, el mandatario rechazó entablar un diálogo con quien sucediera en su cargo a Hugo Chavez.
«No hay nada previsto. No tenemos nada para decirle», habría sido la respuesta del presidente ante la consulta de sus colaboradores respecto a un posible llamado.