Llegó el descongelamiento y se mueven los precios de alimentos y combustibles

Published On 12/11/2019

Crecen las expectativas por las variaciones en las góndolas y en los surtidores. En primer lugar, las dos grandes cadenas de supermercados que habían congelado los precios de los alimentos por quince días justo antes de las elecciones generales, aplicaron este martes nuevos incrementos de acuerdo con las listas que enviaron las principales marcas de consumo masivo en las últimas semanas.

El ajuste en las estaciones de servicio se hace realidad a pocos días de finalizar el cepo aplicado a naftas que dispuso el Gobierno hasta el jueves 14 de este mes. Ese día, las petroleras líderes aplicarían alzas escalonadas que empezarían con 4 o 5 por ciento.

Los rubros mencionados llevarán a que la inflación de noviembre ronde el 4,1 por ciento, según pronostica el Relevamiento de Expectativas de Mercado que realiza cada mes el Banco Central.

Supermercados

Carrefour y Walmart habían anunciado que mantendrían los precios de alimentos desde el sábado 26 de octubre y por dos semanas y que iniciarían negociaciones con proveedores para extender la iniciativa. «Aspirábamos a trabajar con los proveedores para poder extenderlo más allá de los 15 días. Esto no sucedió. A partir de ayer, empezamos a actualizar precios que nos enviaron los proveedores», precisaron en Walmart. Allí las categorías almacén, congelados, pedecederos (frescos), perfumería y limpieza subieron, se verán más afectados.

La compañía francesa en tanto, elevó precios que indicaron, estaban «muy retrasados» respecto de comercios de cercanía y la competencia. De todos modos, vale destacar que no alteró los productos de marca propia. Desde el año pasado había orientado su estrategia a garantizar precios bajos en la marca Carrefour con precios fijos por periodos de hasta seis meses. Si bien ya no hablan de plazos, los valores, por ahora, se mantienen iguales a los de hace 15 días.

Combustible

Las naftas subirían este jueves entre 4 y 5 por ciento, fecha que culmina el congelamiento que el gobierno nacional dispuso por decreto hace tres meses y que fue parcialmente interrumpido por dos aumentos, del 4 y del 5 por ciento, respectivamente.

Las grandes empresas expendedoras que concentran el 90 por ciento del mercado coinciden en que el precio de la nafta está entre un 17 y un 20 por ciento atrasado. El último aumento, del cinco por ciento, se destinó parcialmente a cubrir una suba en el precio del biocombustible -cada litro de nafta y gasoil tiene un corte obligatorio de combustible renovable- y un aumento impositivo.

En ese contexto, el impuesto a los combustibles líquidos que pagan nafta y gasoil volverá a incrementarse el 1 de diciembre. La suba, que se trasladará a los surtidores, representa unos 2,20 pesos por litro de nafta y 1,46 pesos por litro de gasoil, indicaron en una gran empresa.

Así, la duda que atraviesa a la industria es de qué manera aumentarán precios que quedaron rezagados luego de la devaluación posterior a las PASO en un contexto de caída de ventas. Por eso se habla de aplicar incrementos escalonados hasta alcanzar al dólar: como el 80 por ciento de los costos del combustible están dolarizados y el barril de crudo debería cotizar a valor internacional para poder desarrollar Vaca Muerta el litro de súper, que hoy ronda los $47,80 en la Capital Federal, debería subir unos 10 pesos.