La inoportuna guerra comercial y una cuota adicional de incertidumbre
Al igual que en Argentina, otros países de la región como Brasil, Chile y México experimentaban fuertes bajas en sus monedas. El Gobierno admitió que le «preocupa», pero afirma que la nación «está en condiciones sólidas» para recibir eventuales coletazos.
El tenso clima internacional golpea con fuerza en las economías emergentes y tal es el caso de Argentina, donde se registró una fuerte suba del dólar este lunes después de que el Banco Popular de China aplicara una devaluación del yuan de más de 1%, provocada por la suba de aranceles que efectuará el Gobierno de Estados Unidos.
En el promedio de bancos de la Ciudad de Buenos Aires, el billete verde asciende a 46,51 pesos mientras que las sucursales del Banco Nación lo colocan 1,8% arriba u 80 centavos, a 46,40 pesos. En el mercado mayorista la divisa cotiza a $45,45.
En lo que va de 2019, la evolución del tipo de cambio todavía exhibe cierto rezago respecto de la inflación, en torno a 25% acumulado en los primeros siete meses. En ese aspecto, vale recordar que el dólar todavía está debajo del récord nominal del 26 de abril, cuando alcanzó los $45,97 en la rueda interbancaria.
Las monedas de América Latina también se mueven en baja respecto de la cotización del billete verde a nivel global, en un escenario de escalada de la guerra comercial entre Washington y Pekín y de perspectivas de menores tasas de interés global. En Brasil, trepa 1,4% a 3,94 reales.
Otro látigo para las finanzas locales es el marcado ascenso del Riesgo País, que se aproxima a los 900 puntos. Los títulos públicos argentinos en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) caían un 2% en promedio, encabezados por las emisiones dolarizadas.
En los mercados proyectan días agitados y de mucha volatilidad. El Banco Central de la República Argentina (BCRA) continúa interviniendo en los futuros y controla a la divisa estadounidense para evitar una disparada que resulte inoportuna para las aspiraciones del Gobierno en las urnas este domingo.
No deja de ser una paradoja que el mismo Donald Trump que le complica la vida al Gobierno a menos de una semana para las PASO, sea el mismo que presionó para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le otorgue a la Argentina el mayor paquete de financiamiento de su historia, por 57.000 millones de dólares en el peor momento de la gestión macrista.
La reacción en Casa Rosada
El vicejefe de Gabinete Andrés Ibarra admitió que este escenario genera “preocupación” en el Gobierno, aunque argumentan que el país está “en condiciones sólidas” para enfrentar este panorama.
“Con este programa financiero y fiscal tan estricto que tenemos estamos en condiciones sólidas para soportar este tipo de situaciones, que son exógenas, que suceden, y que afectan a otras monedas y países en el mundo. La Argentina diversificó su comercio exterior, abriendo mercados. Esto da la posibilidad de comerciar con distintos países y generar superávit comercial, lo que genera divisas”, agregó en conferencia de prensa.