¿Golpe de Estado en Bolivia? Alberto Fernández y Mauricio Macri en polos opuestos

Publicado el 11/11/2019

El mandatario electo llamó al jefe de Estado para buscar un punto de acuerdo, pero no hubo coincidencias.


Poco después de la renuncia de Evo Morales a la presidencia de Bolivia por presión de las Fuerzas Armadas, Alberto Fernández le mandó un mensaje de Whatsapp a Mauricio Macri. El mandatario electo buscaba hablar del “golpe de Estado” en Bolivia y encontrar un punto de acuerdo para exponer enfoques parecidos entre el líder de Juntos por el Cambio y su sucesor en la Casa Rosada.

La intención desde el Frente de Todos era clara: emitir una “declaración conjunta” pero con una mirada compartida sobre lo que se vive en el país vecino. Sin embargo, no hubo postura compartida y se generó otro cortocircuito que no ayuda a la transición en el ámbito nacional.

Sin matices, Fernández sostiene que lo que sucedió en Bolivia fue un “golpe de Estado” y expresó el compromiso de Argentina con la “institucionalidad”. «Espero que las actuales autoridades actúen bajo ese mismo principio preservando la integridad física de quienes puedan resultar perseguidos por el golpismo y colaboren hasta el 10 de diciembre con la recuperación de la democracia en Bolivia“, fue uno de los primeros mensajes del ex jefe de Gabinete.

En las últimas horas habló con los presidentes Manuel López Obrador (México), Martín Vizcarra (Perú) y Abdo Benítez (Paraguay), con quienes unificaron su repudio a lo que está sucediendo en el país vecino y respaldan la figura del ahora ex mandatario.

Fuentes allegadas al líder del Frente de Todos indicaron que la charla que mantuvo con sus pares de la región se concentró en exigir una salida democrática a la situación de Bolivia y apoyar a Morales. De todas maneras, existe aún una diferencia en los conceptos.

Los Gobiernos de Perú y Paraguay no mencionaron un golpe de Estado, mientras que Fernández y López Obrador no sólo mencionaron ese concepto sino que acusan a la cúpula militar por la salida forzada de Evo. Pese a dicha controversia, existe una decisión unánime de respaldar fuertemente al ex presidente y mantener el Estado de derecho en su país. Además, sendos evaluaron buscar un refugio para Morales ante su eventual salida forzada del territorio limítrofe.

Vale destacar que López Obrador es uno de los pocos aliados de gobiernos de izquierda que le queda al kirhcnerismo después de Nicolás Maduro. Allí nace la necesidad de mantener con el presidente de México un vínculo más estrecho que el resto de los presidentes de la región en función a su afinidad ideológica.

Por el lado oficialista, Macri juntó a sus ministros este mediodía para explicarles por qué niega que se trate de un golpe de Estado. «Si mañana las Fuerzas Armadas o alguien se apropian del poder, bueno ahí sí se podría hablar de un golpe», se mencionó en el encuentro. El presidente insistió en la necesidad de que se respeten los mecanismos constitucionales y que se haga un llamado a elecciones, tal como lo exige la OEA.