Evo Morales arribó a México, donde permanecerá como asilado político
El ex presidente boliviano ya se encuentra en tierra azteca luego de una odisea que debió atravesar el avión por el rechazo de permisos aéreos en varios países.
El ahora ex presidente de Bolivia Evo Morales llegó a la Ciudad de México como asilado político, luego de que el avión de la Fuerza Aérea azteca en el que se trasladaba tuviera que esquivar varios países que no brindaban los permisos aéreos.
En conferencia de prensa junto a su exvicepresidente Álvaro García Linera, el dirigente progresista reiteró haber sido víctima de un “golpe de Estado” y agradeció al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, por “salvarle la vida”. “Renuncié para que no haya más hechos de sangre ni enfrentamientos“, sostuvo tras describir la “política de escalamiento”, saqueos y amenazas que llevó a la renuncia de varios intendentes y miembros de su gabinete.
«Renuncié para que no haya más hechos de sangre ni enfrentamientos. Si algún delito tengo, es ser indígena. Si algo de pecado tenemos, es que hemos implementado programas sociales para los más humildes (…) Nuestro pecado es que somos antiimperialistas», continuó.
El viaje fue una verdadera odisea, según describieron desde el entorno de Evo. En la ida, Perú otorgó la autorización de vuelo y la aeronave bajó a recargar combustible. Mientras tanto, las autoridades de Bolivia aceptaron que el avión mexicano entrara en su país. Sin embargo, cuando la nave iba a sobrevolar el cielo boliviano le informaron que el permiso “ya no era válido”. Tuvieron que regresar al suelo inca.
Tras varias horas demorado, se logró que el comando de la Fuerza Aérea Boliviana les otorgara el permiso válido. Arribó al aeropuerto donde los esperaba Evo Morales, pero surgió un nuevo imprevisto con Perú. Luego de que la Fuerza Aérea de Bolivia les permitiera salir -“por un milimétrico espacio se dio la salida”, contó Ebrard – Lima avisó que no les autorizaba utilizar su espacio aéreo de regreso por “valoraciones políticas”.
El escenario era cada vez más complejo. El Gobierno de México tuvo que buscar una alternativa y selló el contacto con los países de la región. Paraguay -con la ayuda del presidente electo de Argentina, Alberto Fernández- les permitió recargar combustible y esperar hasta que se gestionaran los trámites aéreos pertinentes.
De Bolivia cruzaron a Asunción, Paraguay, y entonces Perú autorizó cruzar su espacio aéreo, pero no aterrizar para recargar. Sin embargo, aún tendrían que superar otro obstáculo: no pudieron atravesar Ecuador porque su gobierno también les negó el paso. Tuvieron entonces que ir a través de aguas internacionales hacia la Ciudad de México.