Con apoyo del PO, las organizaciones sociales marcharon por el Salario Básico Universal
Los grupos de la “economía popular” se movilizaron en el Puente Pueyrredón y Saavedra. Por su parte, la organización de izquierda se sumó pero con reclamos propios en el Obelisco.
Movimientos sociales alineados con el kirchnerismo realizaron hoy una serie de protestas en todo el país en reclamo de la implementación del Salario Básico Universal para trabajadores informales. Uno de los principales puntos fue el Puente Pueyrredón, donde el líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, acusó a la CGT de no dar respuestas: «Hay un sector cada vez más amplio de los trabajadores que no tiene ninguna protección y que en la Argentina no están cayendo en la pobreza, sino en la extrema pobreza, la indigencia».
El dirigente social, cercano a la vicepresidenta Cristina Kirchner, de esta manera buscó confrontar con la central obrera, que anunció una movilización para el próximo 17 de agosto «contra los formadores de precios» y en apoyo al gobierno de Alberto Fernández, con quien mantiene un vínculo político estrecho. «Es una cosa muy extraña. Siempre pongo el ejemplo de Sanidad. Respeto mucho a la CGT, a todos los dirigentes sindicales, pero en Sanidad, que es el gremio del titular de la CGT [Héctor Daer], el personal pasa hambre, la gente que labura en las clínicas pasa hambre. Me cuesta entender a esta gente. No los entiendo», apuntó.
El Salario Básico Universal es un proyecto que fue presentado por diputados del Frente Patria Grande (ligados a Grabois), como Itai Hagman. Este grupo pretende que unas 7,5 millones de personas de entre 18 y 64 años que no poseen ingresos provenientes del mercado laboral formal y que se encuentren en una situación de vulnerabilidad, reciban un monto equivalente a la Canasta Básica Alimentaria individual: 15 mil pesos. De ser aprobada, la medida alcanzaría un costo del 2,1% del PBI anual.
Al ser consultado sobre cómo se podría financiar, Grabois respondió que «haciendo lo que siempre hace cualquier Gobierno que se presume popular: sacarle al 1%, que son las grandes corporaciones, que ganan en todas las crisis, e inyectar ese proceso de redistribución de la riqueza en los sectores más humildes». En su momento, la vocera presidencial Gabriel Cerruti, quien tuvo un cruce con el dirigente social, había descartado de cuajo la posibilidad, aunque hoy -ante la presión en las calles- reconoció que está en evaluación.
Es que esta iniciativa de los movimientos sociales kirchneristas es otro de los temas que divide las aguas en el Frente de Todos, una coalición gobernante mermada por sus internas políticas. Mientras que grupos representados por CFK con llegada a los barrios lo ha tomado como bandera ante la crisis social y económica que vive el país, en el interior del gobierno de Alberto Fernández creen que aumentar la inyección de dinero comprometería el objetivo de equilibrar la situación fiscal y el cumplimiento con el acuerdo del FMI. Además, agregan que hoy las arcas públicas se encuentran en rojo.
En total, se realizaron unas cincuenta concentraciones y cortes en simultáneo que alcanzó a provincias como Formosa, Santiago del Estero, Chaco, Tucumán, La Rioja, Salta, Mendoza, Rio Negro, Neuquén, Mendoza y Santa Fe. En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), también hubo movilizaciones en el Puente Saavedra. Además del MTE, la convocatoria fue impulsada por la CTA Autónoma, La Poderosa, la Organización Los Pibes (OLP), el Frente Popular Darío Santillán, Nuestramérica Movimiento Popular y el Partido Piquetero.
Respaldo del Polo Obrero
En paralelo, la movilización que comandó el MTE contó con el apoyo de una parte de los movimientos sociales de la izquierda. En el centro de la Ciudad de Buenos Aires, también se presentaron las filas del Polo Obrero, que se instalaron en el Obelisco. Su líder, Eduardo Belliboni, compartió diversos encuentros, charlas y asambleas en el último tiempo con Juan Grabois. Incluso, la semana pasada ambos marcharon al mismo tiempo –aunque en puntos diferentes– en el centro porteño.
El brazo social del Partido Obrero volvió a reclamar por el bono de 20 mil pesos para precarizados, monotributistas A y B, jubilados, y la apertura de los cupos del Potenciar Trabajo. Además, piden el aumento del Salario Mínimo, Vital y Móvil a 100 mil pesos. En este caso no formó parte la Unión Piquetera, que engloba a las principales organizaciones sociales de la izquierda (entre las que está el Polo Obrero), las cuales en su mayoría se oponen al Salario Básico Universal.
Si bien los reclamos son distintos, desde el Polo Obrero aclararon que su movilización de hoy también estuvo nucleada dentro de la convocatoria de las organizaciones de Grabois: «Aún sin acordar con la propuesta del Salario Social que reclaman los compañeros del MTE, creemos que es un avance que se sigan sumando más compañeros a la lucha contra el ajuste».