Es oficial: la Iglesia dejará de recibir fondos del Estado pero «en forma gradual»
En medio de la tensión con el Gobierno de Mauricio Macri y acercamientos a referentes de la oposición, la Iglesia dejó en claro su ambición de lograr prescindir de modo progresivo del aporte económico del Estado.
En agosto pasado, la conducción de la Conferencia Episcopal había anunciado la conformación de una comisión con representantes del Gobierno para estudiar cómo sería el desacople y mecanismos alternativos de financiamiento, que se viene reuniendo con cierta periodicidad.
Pese a que la Iglesia hace más de dos décadas decidió avanzar en su completo autofinanciamiento, no terminaron de fructificar los esfuerzos en ese sentido como la puesta en marcha de un llamado Plan Compartir para dotar de transparencia a su economía y crear conciencia entre los fieles sobre la necesidad de sostener su culto.
Cómo será el 2019
Para el próximo año, el presupuesto que destina el Gobierno a la Iglesia estaba previsto en 126 millones de pesos. La intención no es cortar de plano esta ayuda sino que se irá recortando paulatinamente de acuerdo a las necesidades propias que marque la Iglesia.
En esta línea se manifestaron los 94 obispos reunidos en la Conferencia Episcopal, lo que marca más allá de la separación gradual de la Iglesia con el Estado una postura más dura con el Gobierno que se tensó la la habilitación del presidente Macri a tratar el tema del aborto en el Congreso.
Justamente, en la homilía del lunes pasado que ofreció Ojea, destacó que la Argentina transita una crisis social y económica que “golpea a todo el pueblo argentino”, y que “va resintiendo la confianza en la dirigencia política aumentando el mal humor social, el enojo y la intolerancia que hace muy crispada la convivencia”.